Me siento inadecuado por Pete BriscoeMuestra

Corriendo hacia la inadecuación

La única manera de descubrir los límites de lo posible es aventurarse un poco más allá de ellos... - Arthur C. Clarke

¿Eres un corredor? No me refiero a un corredor de maratón. Más bien, ¿eres una persona que corre ante la más mínima sensación de inadecuación?

Años atrás me pidieron que presentara un monólogo dramático para un evento del Campus Crusade. Pasé horas preparando mi solo de dos horas. La noche programada Libby y yo estábamos disfrutando del programa y esperando mi turno. Cuando me tocó salir al escenario, el presentador anunció al público que había una sorpresa.Vonette Bright, la esposa del fundador de Campus Crusade, estaba al teléfono.

Por los altavoces, Vonette anunció que se esperaba que su esposo Bill falleciera esa noche. Hubo silencio en la sala y lágrimas en las mejillas mientras Vonette compartia la historia de Bill.

Luego me tocó a mí. Antes de que se encendieran las luces, estaba secando mis lágrimas y meditando en el intenso momento que habíamos compartido. Entonces me di cuenta de que mi mente estaba en blanco. Estaba programado para estar en escena durante dos horas, y no podía recordar una sola línea.

Estaba consciente de mis limitaciones; pensé en escapar del escenario antes de tiempo.

La inadecuación es una lucha. Puede paralizarnos o burlarse de nosotros. Queremos huir o ignorar la petición –convencidos de que Dios tiene en mente a la persona equivocada para el trabajo.

Esto plantea la pregunta: ¿Le pide Dios a la gente que haga cosas más allá de sus capacidades?

Lucas 9 respondería, "Absolutamente".

Los discípulos de Jesús acababan de regresar de su primer circuito ministerial –expulsando demonios y curando enfermedades– y Jesús los invita a retirarse con Él. Pero las multitudes los siguen, y en vez de alejarlas, Jesús las acoge y les enseña hasta la hora de la cena.

Acercándose los doce a [Jesus] le dijeron: "Despide a la gente para que vayan a buscar alojamiento y comida..."

Él respondió: "Denles ustedes de comer."

Ellos respondieron, "Solo tenemos cinco panes y dos peces" (Lucas 9:12-13)

Jesús tenía ojos para ver a los miles de personas hambrientas. Sabía que no había suficiente comida. Pero Él les pidió a los discípulos que los alimentaran de todos modos.

¿Por qué?

Señor, es posible que centrarme en mis propias limitaciones me haya robado preciosos momentos de adoración. En lugar de escuchar la voz del auto-desprecio, amplifica dentro de mí una voz de alabanza hacia ti y la forma en que quieres asociarte conmigo. Amén.