Ama como si nunca te hubieran lastimado Por Jentezen FranklinMuestra
Día cinco
No renuncies a Dios porque Él nunca se rindió contigo
Cita bíblica: Isaías 42:16, Salmo 9:10
Dios no está en el negocio de reemplazar a las personas dañadas. Dios está en el negocio de reparar personas dañadas. Él no quiere deshacerse de nosotros. Él quiere cambiarnos. Él quiere sanarnos. Él quiere transformarnos. Él quiere que vivamos el mensaje de la cruz.
Se cuenta una historia sobre un hombre aparcado a un lado de una carretera. Su coche se había descompuesto y tenía el capote abierto, estaba tratando de resolver el problema. Una limusina se detuvo detrás de él y salió un hombre. Vestido de pies a cabeza como un millón de dólares, se acercó al conductor del automóvil averiado y le preguntó: "¿Necesita ayuda?" El hombre, por supuesto, dijo que sí. El hombre de la limusina jugueteó un poco con el motor y, para sorpresa del otro hombre, el auto arrancó de inmediato.
El dueño del coche estaba más que agradecido y preguntó cuánto le debía.
Si bien hay muchas variaciones de esta historia, escuché una que incluía esta respuesta: "Nada. Soy Henry Ford. Soy el creador de este coche. Realmente me molesta ver un coche que se descompone al costado de la carretera, sin cumplir el propósito por el cual yo lo creé".
Dios en Su majestad, no solo nos pasa a un lado del camino cuando nos hemos descompuesto. Él detiene todo lo que está haciendo y viene a nuestro rescate. El Creador anhela redimir Su creación.
A Dios le molesta verte no vivir la vida para la cual Él te creó. Obtiene una gran alegría cuando te ve venciendo, cuando te ve avanzando, cuando ve crecer tu fe.
No renuncies a Dios porque Él nunca se dio por vencido contigo.
Confía en Él hoy. Ámalo como si nunca te hubieran lastimado. Lo que sea que estés pasando, lo que haya sucedido, cualquier pérdida o dolor que sientas en tu corazón, este no es el momento para renunciar. Anímate. Si continúas confiando en Él, Dios no te dejará caer. No te dejará tropezar. Él no te dejará tambalear. Él te sacará de tu desierto de pie.
Conclusión: Ama a Dios como si nunca te hubieran lastimado.
Escritura
Acerca de este Plan
No es ningún secreto que aquellas personas que son más cercanas a nosotros, pueden causarnos un mayor daño. Al reponernos de una traición, construimos barreras que rodaen nuestro corazón para protegernos de un sufrimiento. Sin embargo, estas barreras son las que nos impiden tener esperanza, sanidad y amor. Es tiempo para que derribes esas barreras, trabajes en tus heridas, repares tus relaciones dañadas y descubras el poder de un corazón libre.
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