Ama como si nunca te hubieran lastimado Por Jentezen FranklinMuestra
Día uno
Nunca saldrás adelante si intentas vengarte
Cita bíblica: Filipenses 3:13-14
Cuando te han hecho daño, una mala memoria es tu mejor respuesta. Olvidarnos de lo que ocurrió es lo que todos necesitamos.
¿Has notado como un joyero muestra sus mejores diamantes? Él los coloca sobre un fondo de terciopelo negro. El contraste de la joya sobre el fondo oscuro hace resaltar su brillo.
Del mismo modo, Dios hace Su obra más deslumbrante donde las cosas parecen desesperanzadoras. Donde hay dolor, sufrimiento y desesperación, Jesús está ahí. No hay un lugar mejor para que el esplendor de Cristo brille.
No sé qué es lo que está pasando en tu vida mientras lees este devocional, pero sí sé esto: El dolor que sientes hoy, es el dolor que puedes sanar.
Nunca he sentido el dolor de la adicción. Nunca he sentido el dolor de perder un hijo. Nunca he sentido el dolor del divorcio. Solo puedo ofrecer a la gente el consejo de la Palabra de Dios y la oración. Las personas que han pasado por esos valles y sienten ese dolor están más capacitadas para ayudar con el dolor de alguien que está pasando por la misma situación. Sin embargo, lo que es importante recordar es que independientemente del motivo de tu dolor, Dios puede sanarte.
Se dice que la familia nos da las mayores alegrías de la vida y a veces las más profundas penas. Cuando pienso en lo difícil que es hacer funcionar a la familia, los retos que se aproximan y las complicaciones involucradas, es algo complicado. Nuestros familiares saben como hacernos enojar. Nos pueden desesperar. Las personas que amamos más son las que potencialmente, a través de sus ofensas, nos pueden corromper si no reaccionamos correctamente. Pero he aprendido que junto con los retos vienen las oportunidades. Y la familia también nos da las mejores oportunidades para que nosotros aprendamos a amar como si nunca nos hubieran lastimado.
Conclusión: El dolor que sientes hoy es el dolor que puedes sanar.
Escritura
Acerca de este Plan
No es ningún secreto que aquellas personas que son más cercanas a nosotros, pueden causarnos un mayor daño. Al reponernos de una traición, construimos barreras que rodaen nuestro corazón para protegernos de un sufrimiento. Sin embargo, estas barreras son las que nos impiden tener esperanza, sanidad y amor. Es tiempo para que derribes esas barreras, trabajes en tus heridas, repares tus relaciones dañadas y descubras el poder de un corazón libre.
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