LAS COSAS PUEDEN CAMBIAR La metamorfosis del almaMuestra
Verano
¡Cuántas mujeres esperamos estas fechas para descansar! O por lo menos disfrutar de algo muy esperado por todos: las vacaciones. Si bien el verano es una estación climática bastante pesada, es una de las que más disfrutamos. Solemos desprendernos un rato de nuestras responsabilidades, obligaciones y rutinas, y nos sentamos plácidamente a tomarnos algo bien frío mientras cerramos los ojos para descansar. Una buena piscina, un lindo traje de baño y... nos vemos más tarde.
¿Te pasó alguna vez estar en una situación complicada y en vez de preocuparte o llenarte de ansiedad, sentiste una paz que no sabías cómo explicarla? Pues, quiero decirte que estás en pleno verano. Es la confianza de que todo ya pasó, de que ahora solo queda disfrutar de lo trabajado y de que las preocupaciones pueden esperar. Las estaciones transforman nuestro corazón, nuestro carácter, nuestras reacciones. Cuando llegas a este nivel, lo que antes te molestaba ya no te molesta. En esta dimensión de transformación no te dejes guiar por sentimientos o emociones, sino por la voluntad de Dios expresada en su Palabra. Es en esta etapa es cuando caminas enfocada. Puedes decir en este punto que tu interior sufrió una metamorfosis e iluminó tu exterior, y todo cambió.
Antes tus sentimientos te guiaban cuando algo malo sucedía y caías rápidamente en depresión, enojo, frustración. Sin embargo, ahora, en medio de tus pruebas y luchas, entiendes que hay un propósito más elevado y más alto para tu vida. Entonces, ¿cuál sería el siguiente paso? Porque pareciera que ya lo hemos logrado todo en esta estación; pero quiero decirte que así como las estaciones más frías pasan, de la misma manera ocurre con las más cálidas. Nunca dejamos de ser transformadas y, aunque siempre aparecerán nuevas pruebas, debemos guardar en nuestro corazón las cosas aprendidas y ponerlas en práctica para cuando venga otra vez el invierno.
Cuando estamos preparadas y aprovechamos lo que Dios nos da a la mano, estamos diciendo: «Señor, todo lo que me has permitido vivir lo acepto, lo tomo como aprendizaje, lo aprovecho como experiencia y lo uso para bendecir a los demás». Es en esta temporada cuando tenemos más autoridad para hablarles a otros, no por algún tipo de poder que adquirimos mágicamente, sino por todo lo que Dios nos ha enseñado. Es el tiempo de bendecir a otros a través de la fe que desarrollamos. Dios nos lleva a esa estabilidad espiritual para servicio del otro, a favor del otro.
Has sufrido los cambios durante largos períodos, pero te aseguro que el verano será tiempo de reflexión y de aprendizaje. ¡Aprovecha esta estación y crece!
Escritura
Acerca de este Plan
Cada estación del año encierra en sí misma una gran cantidad de vivencias. Todas tienen su encanto, pero estoy segura de que hay algunas que nos gustan más. También el alma tiene sus estaciones, con fríos paralizadores o primaveras llenas de alegrías. En este plan de cinco días aprenderemos que de cada una de ellas hay algo que tomar, pues nos dan una lección muy importante: el poder de la transformación. Te invito a que descubras conmigo en qué estación te encuentras hoy y cómo aprender de ella.
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Este plan ha sido escrito por Osvaldo Carnival, pastor de la iglesia Catedral de la fe en la ciudad de Buenos Aires, Argentina. Acerca del editor: www.catedraldelafe.org www.osvaldocarnival.com.ar