Ayuna como DanielMuestra

En Secreto

>¿Todo el mundo sabe que estás ayunando—porque te has quejado un montón de veces? Esto me recuerda de un chiste que escuché: ¿Cómo sabes si uno de tus amigos es vegetariano? 

No te preocupes—él te lo dejará saber..

En serio, la mayoría de mis amigos que están apasionados por una dieta o un estilo de vida, como el ser vegetariano, se sienten realmente libres de contárselo a todo el mundo. No estoy seguro de si están fanfarroneando, se quieren convertir, o ambos, pero sea lo que sea, raramente guardan silencio.

Podrías pensar que se supone que debemos actuar de la misma manera con el ayuno, pero en la lectura de hoy, Jesús nos va a decir lo contrario—que se supone que sigamos ayunando en secreto, solo entre nosotros y el Señor y no debemos mostrarlo en nuestra cara. 

¿Entonces quiere decir esto que no lo podemos publicar en las redes sociales? No necesariamente, especialmente si lo estás haciendo en grupo, con amigos, o corporativamente como iglesia. 

Esto es a lo que Jesús se refería. A la élite religiosa de los días de Jesús les gustaba presumir. Ellos hacían un buen espectáculo de sí mismos, todos santos y ayunando. “Oh, mira,” dirías, “él es un hombre tan santo porque es tan miserable.”

Pero Jesús condenaba el tipo de ayuno que busca el favor de Dios y de los demás a través de una demostración piadosa de religión externa. En contraste, Jesús enseñó que lo realmente importante es el trabajo invisible que Dios está haciendo en nuestros corazones. Jesús estaba enseñando que lo que cuenta no es lo que hacemos en el exterior—sino lo que Él está haciendo en el interior.

¿Quieres tener un poco de espacio para que Él trabaje? Tienes que HACERLO. El ayuno es la manera en la que hacemos espacio para Él en nuestras vidas, y en vez de mostrarle a los demás cuán espirituales somos, se trata de los cambios que Dios está haciendo en nuestro interior mientras pasamos tiempo con Él. 

Esto es cierto para cada práctica espiritual—leer nuestras Biblias, orar, y todas las demás disciplinas. Si solamente lo estás haciendo para que tu máscara de “buen Cristiano” luzca mejor, estás perdiendo la idea. 

No es un espectáculo sino un crecimiento. El ayuno no se trata de cuánto mostramos, se trata de cuánto crecemos. Si lo estás publicando para ayudar a alguien más a crecer animándolo, más poder para ti. Si no, mantenlo entre tú y Dios—y observa lo que Él hace en el lugar secreto.