Encontrando tu camino financieroMuestra

Dar es más divertido que recibir.

¿Alguna vez has estado tan contento de encontrar el regalo perfecto que no podías esperar a darlo? Quizá era el anillo de compromiso que parecía que estaba haciéndo un agujero en tu bolsillo. Quizá era el juguete que no podías esperar a que tu hijo descubriese bajo el árbol la mañana de Navidad.

Cualquiera que fuese el regalo perfecto, estabas ansioso porque querías al recipiente y sabías que el regalo le haría feliz.

Las razones por las que disfrutamos hacer regalos a nuestros seres queridos es la misma por la que disfrutamos dándo a Dios. 2 Corintios 9:7 dice, «Cada uno de vosotros debe dar lo que ha decidido en su corazón, no a regañadientes ni por obligación, ya que Dios es un dador jovial.»

Si quieres entusiasmarte acerca de hacer donaciones, conoce a Jesús. Mientras lo conocemos, crece nuestro enamoramiento por Él. En lugar de dar por capricho o porque sentimos que debemos hacerlo, nos sorprendemos a nosotros mismos pensando en qué es lo que haría feliz a Dios. Y cuando nos imaginamos Su entusiasmada respuesta nos emocionamos por entregar nuestra donación.

Piensa en:
1. ¿Cuándo fue la última vez que estuviste emocionado por darle un regalo a alguien? ¿Qué parte de la experiencia esperabas más?
2. ¿Crees que dar es mejor que recibir? ¿Por qué o por qué no?
3. ¿Cuál es el siguiente paso que Dios te ha llamado a dar en donaciones?

Reza:
Jesús,Tú me diste el regalo por excelencia, el regalo de la salvación! Que la gratitud que tengo por ese regalo se desborde en cada área de mi vida.