Encontrando tu camino financieroMuestra

Menos es más.

Tener más dinero no es la respuesta para una vida feliz. Puede parecer que el dinero puede resolverlo todo y si tuvieses un trabajo mejor o una cartera más grande, tendrías una vida mejor. De todas formas, la alegría no está en el tamaño de nuestras cuentas bancarias, sino en el tamaño de nuestros corazones.

El Salmo 37 dice que el malvado pide prestado pero no lo devuelve, pero el justo es generoso y da.

La clave para vivir en libertad es darse cuenta que no todo revuelve entorno a ti. Dios es el único con el poder de proveer y tú eres el responsable no de ganar algo más grande o mejor sino de administrar bien lo que se te ha dado. La mejor manera de empezar a seguir a Dios con tus finanzas es seguir Su ejemplo y empezar a vivir una vida generosa.

Piensa en:
1. Mira tu cuenta. ¿Dónde gastas la mayor parte de tu tiempo y dinero? ¿Qué es lo que más amas según tus hábitos de gasto?
2. El Salmo 37 dice que alguien que es justo también es generoso. ¿A quién describiríais como una persona justa? ¿Qué es lo que admiras de esa persona?
3. A través de Jesús, todos tenemos la habilidad de vivir de forma justa. ¿Qué pasó puedes dar hoy para ser más generoso?

Reza:
Jesús, todo lo que tengo, incluída mi riqueza, es un regalo Tuyo. Ayúdame a usarlo bien para honrarte en cada área de mi vida.