Encontrando tu camino financieroMuestra
Dios quiere que no tengas deudas.
Las deudas no son lo mejor que Dios quiere para nuestras vidas, porque nos impide ser capaces de hacer lo que Él nos ha llamado a hacer. Si Dios te ha llamado a mudarte a otra ciudad, recortar tus horas en el trabajo o dar de forma extravagante a alguien que lo necesita, podrías hacerlo ahora mismo?
Lo que quiera que nos controla es a lo questamos esclavizados. Cuando estamos endeudados, le pertenecemos a aquellos que nos han prestado el dinero. Cuanta más deuda adquirimos, menos opciones tenemos en lo que se refiere a dónde trabajamos o cómo pasamos nuestro tiempo. En lugares de tomaré decisiones basadas en lo que queremos hacer, tenemos que pensar en lo que tenemos que hacer.
La deuda siempre nos dejará sintiéndonos atrapados, y Jesús quiere mucho más para nuestras vidas. Cuando Jesús murió por nuestros pecados, Él pagó la deuda final, una deuda que nosotros nunca podríamos haber pagado. Jesús murió para darnos libertad del pecado y una vida abundante. Esa es la razón por la que Pablo alentó a los Cristianos en Roma a pagar lo que debiesen, ya fuese dinero o una disculpa. Cuando la única deuda que nos preocupa es cómo querer a la gente a nuestro alrededor, haremos más por Dios de lo que nunca hemos imaginado.(Romanos 13:7–8).
Piensa en:
1. ¿Qué podrías hacer por Dios si no tuvieses deudas?
2. ¿Qué deudas tienes con aquellos que te rodean? ¿Qué paso puedes dar esta semana para empezar a pagar esas deudas y vivir en libertad?
Reza:
Jesús, gracias por darme la habilidad de vivir en libertad. Ayúdame mientras aspiro a servirte a Ti y sólo a Ti.
Las deudas no son lo mejor que Dios quiere para nuestras vidas, porque nos impide ser capaces de hacer lo que Él nos ha llamado a hacer. Si Dios te ha llamado a mudarte a otra ciudad, recortar tus horas en el trabajo o dar de forma extravagante a alguien que lo necesita, podrías hacerlo ahora mismo?
Lo que quiera que nos controla es a lo questamos esclavizados. Cuando estamos endeudados, le pertenecemos a aquellos que nos han prestado el dinero. Cuanta más deuda adquirimos, menos opciones tenemos en lo que se refiere a dónde trabajamos o cómo pasamos nuestro tiempo. En lugares de tomaré decisiones basadas en lo que queremos hacer, tenemos que pensar en lo que tenemos que hacer.
La deuda siempre nos dejará sintiéndonos atrapados, y Jesús quiere mucho más para nuestras vidas. Cuando Jesús murió por nuestros pecados, Él pagó la deuda final, una deuda que nosotros nunca podríamos haber pagado. Jesús murió para darnos libertad del pecado y una vida abundante. Esa es la razón por la que Pablo alentó a los Cristianos en Roma a pagar lo que debiesen, ya fuese dinero o una disculpa. Cuando la única deuda que nos preocupa es cómo querer a la gente a nuestro alrededor, haremos más por Dios de lo que nunca hemos imaginado.(Romanos 13:7–8).
Piensa en:
1. ¿Qué podrías hacer por Dios si no tuvieses deudas?
2. ¿Qué deudas tienes con aquellos que te rodean? ¿Qué paso puedes dar esta semana para empezar a pagar esas deudas y vivir en libertad?
Reza:
Jesús, gracias por darme la habilidad de vivir en libertad. Ayúdame mientras aspiro a servirte a Ti y sólo a Ti.
Escritura
Acerca de este Plan
Esta guía de lectura fue creada por el personal y voluntarios de NewSpring para ayudarte en tu viaje financiero. Lee un devocional cada día y pasa tiempo con Dios usando las Escrituras, preguntas y plegarias provistas. ¿Necesitas ayuda poniendo a Dios a la cabeza de tus finanzas? Descárgate formularios de presupuestos mensuales y/o semanales, mira sermones, y motívate con las historias de éxito en www.newspring.cc/financialplanning
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