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JOB 32:4-22

JOB 32:4-22 DHHE

Como Elihú era el más joven de todos, esperó a que los otros acabasen de hablar con Job; pero al ver que ellos no sabían ya cómo responderle, no se pudo contener y comenzó a hablar. Como yo soy joven y vosotros ancianos, no me atrevía a expresaros mi opinión. Y pensé: “Que hable la voz de la experiencia; que muestren los muchos años su sabiduría.” Aunque en realidad todo hombre tiene entendimiento, pues el Todopoderoso le infundió su espíritu. Los muchos años no hacen sabio a nadie, ni las barbas traen consigo una recta comprensión. Por eso dije: “Ahora, que me escuchen, pues yo también tengo algo que decir.” Yo he estado atento, y he escuchado los argumentos que habéis presentado. Os he visto buscar las mejores palabras, y he visto también que ninguno de vosotros ha sabido darle a Job la debida respuesta. Pues para que no os creáis tan sabios, Dios, y no un hombre, le responderá. Pero ni Job se ha dirigido a mí ni yo voy a contestarle como vosotros. Job, estos tres están confundidos y les faltan palabras para responderte; pero no creas que yo voy a callar porque ellos callan, porque se hayan quedado sin respuesta. Voy a tomar parte en el asunto y diré lo que tengo que decir. Estoy tan lleno de palabras que ya no puedo contenerme; estoy a punto de estallar como vino guardado en odres nuevos. Tengo que hablar para desahogarme; tengo que darte una respuesta. No voy a halagar a nadie; trataré a todos por igual. En realidad, yo no acostumbro a hacer halagos; ¡el Creador me castigaría pronto si los hiciera!

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