SANTIAGO 2:19-26
SANTIAGO 2:19-26 BLP
¿Tú crees que hay un único Dios? De acuerdo; también los demonios creen y se estremecen de pavor. ¿No querrás enterarte, presuntuoso de ti, que la fe sin obras es estéril? Y Abrahán, nuestro padre, ¿no fue justificado por las obras, cuando ofreció a su hijo Isaac sobre el altar? Ves, pues, cómo la fe actuaba con sus obras, y cómo las obras hicieron perfecta su fe. Se cumplió así la Escritura que dice: Creyó Abrahán a Dios y esto le valió que Dios le concediera su amistad, y por eso se lo llamó «amigo de Dios». Como podéis ver el ser humano es justificado por las obras, y no solamente por la fe. Ahí tienes también a Rajab, la prostituta: ¿no fue justificada por las obras, al hospedar y conducir luego por otro camino a los mensajeros de Josué? Y es que así como el cuerpo sin espíritu está muerto, así está muerta también la fe sin obras.