SANTIAGO 2:19-26
SANTIAGO 2:19-26 Reina Valera 2020 (RV2020)
Tú crees que Dios es uno; haces bien. También los demonios creen, y tiemblan. ¿Pero quieres comprender, hombre necio, que la fe sin obras está muerta? Abrahán nuestro padre, ¿acaso no fue justificado por las obras, cuando ofreció a su hijo Isaac sobre el altar? ¿No ves que la fe actuó juntamente con sus obras, y que por las obras su fe alcanzó la perfección? Y se cumplió la Escritura que dice: Abrahán creyó a Dios y le fue contado por justicia , y fue llamado amigo de Dios. Como podéis ver el ser humano es justificado por las obras, y no solamente por la fe. Asimismo, Rahab, la ramera, ¿acaso no fue justificada por obras, cuando recibió a los mensajeros y los envió por otro camino? Así como el cuerpo sin espíritu está muerto, también la fe sin obras está muerta.
SANTIAGO 2:19-26 Reina Valera 2020 (RV2020)
Tú crees que Dios es uno; haces bien. También los demonios creen, y tiemblan. ¿Pero quieres comprender, hombre necio, que la fe sin obras está muerta? Abrahán nuestro padre, ¿acaso no fue justificado por las obras, cuando ofreció a su hijo Isaac sobre el altar? ¿No ves que la fe actuó juntamente con sus obras, y que por las obras su fe alcanzó la perfección? Y se cumplió la Escritura que dice: Abrahán creyó a Dios y le fue contado por justicia , y fue llamado amigo de Dios. Como podéis ver el ser humano es justificado por las obras, y no solamente por la fe. Asimismo, Rahab, la ramera, ¿acaso no fue justificada por obras, cuando recibió a los mensajeros y los envió por otro camino? Así como el cuerpo sin espíritu está muerto, también la fe sin obras está muerta.
SANTIAGO 2:19-26 La Palabra (versión española) (BLP)
¿Tú crees que hay un único Dios? De acuerdo; también los demonios creen y se estremecen de pavor. ¿No querrás enterarte, presuntuoso de ti, que la fe sin obras es estéril? Y Abrahán, nuestro padre, ¿no fue justificado por las obras, cuando ofreció a su hijo Isaac sobre el altar? Ves, pues, cómo la fe actuaba con sus obras, y cómo las obras hicieron perfecta su fe. Se cumplió así la Escritura que dice: Creyó Abrahán a Dios y esto le valió que Dios le concediera su amistad, y por eso se lo llamó «amigo de Dios». Como podéis ver el ser humano es justificado por las obras, y no solamente por la fe. Ahí tienes también a Rajab, la prostituta: ¿no fue justificada por las obras, al hospedar y conducir luego por otro camino a los mensajeros de Josué? Y es que así como el cuerpo sin espíritu está muerto, así está muerta también la fe sin obras.
SANTIAGO 2:19-26 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Tú crees que hay un solo Dios, y en eso haces bien; pero también los demonios lo creen y tiemblan de miedo. No seas tonto; reconoce que si la fe no va acompañada de hechos, es una fe inútil. Dios aceptó como justo a Abraham, nuestro antepasado, por lo que hizo cuando ofreció en sacrificio a su hijo Isaac. Y ya ves que, en el caso de Abraham, su fe se demostró con hechos, y que por sus hechos llegó a ser perfecta su fe. Así se cumplió la Escritura que dice: “Abraham creyó a Dios, y por eso Dios le aceptó como justo”. Y Abraham fue llamado amigo de Dios. Ya veis, pues, que Dios declara justo al hombre también por sus hechos, y no solamente por su fe. Lo mismo pasó con Rahab, la prostituta: Dios la aceptó como justa por sus hechos, porque dio alojamiento a los mensajeros y los ayudó a salir por otro camino. En resumen: así como el cuerpo sin espíritu está muerto, así también la fe está muerta si no va acompañada de hechos.
SANTIAGO 2:19-26 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
¿Tú crees que hay un solo Dios? ¡Magnífico! También los demonios lo creen, y tiemblan. ¡Qué tonto eres! ¿Quieres convencerte de que la fe sin obras es estéril? ¿No fue declarado justo nuestro padre Abraham por lo que hizo cuando ofreció sobre el altar a su hijo Isaac? Ya lo ves: Su fe y sus obras actuaban conjuntamente, y su fe llegó a la perfección por las obras que hizo. Así se cumplió la Escritura que dice: «Creyó Abraham a Dios, y esto se le tomó en cuenta como justicia», y fue llamado amigo de Dios. Como podéis ver, a una persona se la declara justa por las obras, y no solo por la fe. De igual manera, ¿no fue declarada justa por las obras aun la prostituta Rajab, cuando hospedó a los espías y les ayudó a huir por otro camino? Pues, como el cuerpo sin el espíritu está muerto, así también la fe sin obras está muerta.