DEUTERONOMIO 32:28-44
DEUTERONOMIO 32:28-44 BLP
Porque es un pueblo que ha perdido el juicio y carece de cordura. Si fueran sabios, lo entenderían y comprenderían cuál será su fin. ¿Cómo podría uno solo hacer huir a mil o dos poner en fuga a diez mil, si no es porque los ha vendido su Roca y los ha entregado el Señor? ¡Bien saben nuestros enemigos que su roca no es como la nuestra! Su viña es un retoño de la cepa de Sodoma y de los campos de Gomorra; sus uvas son uvas venenosas, sus racimos saben amargos; su vino es veneno de víbora, ¡ponzoña mortal de serpientes! Todo esto lo tengo guardado, atesorado en mi recuerdo, para el día de la venganza, cuando llegue el tiempo de darles su merecido, el momento de su caída. Porque se apresura su desastre, su ruina es inminente. El Señor saldrá en defensa de su pueblo cuando lo vea desfallecer; se compadecerá de sus siervos cuando ya no queden ni esclavos ni libres. Entonces dirá: ¿Dónde están ahora sus dioses, la roca en la cual buscaron refugio, los que comían la grasa de sus sacrificios y bebían el vino de sus ofrendas? ¡Que se levanten a ayudaros! ¡Que vengan a protegeros! ¡Ved ahora que yo soy el único Dios! No hay otros dioses fuera de mí. Yo doy la muerte y la vida, yo causo la herida y la sano. ¡Nadie puede librarse de mi poder! Levanto la mano al cielo y juro: Tan cierto como que vivo para siempre, es que me vengaré de mis adversarios cuando afile mi espada reluciente y comience a impartir justicia. ¡Daré su merecido a los que me odian! Mis flechas se embriagarán de sangre, y mi espada se hartará de carne: sangre de heridos y de cautivos, cabezas de jefes enemigos. ¡Alegraos, naciones, con su pueblo, porque él vengará la sangre de sus siervos. Dios se vengará de sus enemigos, y purificará su tierra y a su pueblo! Moisés, acompañado de Josué, hijo de Nun, se presentó ante todo el pueblo de Israel y les recitó completo este cántico.