DEUTERONOMIO 18:1-14
DEUTERONOMIO 18:1-14 BLP
Los sacerdotes levitas (es decir, la tribu completa de Leví) no tendrán parte ni heredad como los demás israelitas. Vivirán de los sacrificios ofrecidos al Señor y de la parte que les pertenece. No recibirán parte de la heredad de sus hermanos; el Señor será su heredad, tal como les prometió. Cuando alguien del pueblo sacrifique como ofrenda un toro o un cordero, el sacerdote tiene derecho a recibir la espaldilla, la quijada y el cuajar. También le darás las primicias de tu trigo, de tu vino y de tu aceite, y la primera lana que esquiles de tus ovejas; porque el Señor tu Dios lo ha escogido a él y a sus hijos, de entre todas tus tribus, para que estén siempre en su presencia, dando culto a su nombre. Si un levita se traslada voluntariamente de la ciudad de Israel donde residía, sea la que sea, al lugar escogido por el Señor, podrá oficiar allí y dar culto al Señor su Dios, igual que todos sus hermanos levitas que ya sirven en aquel lugar, ante el Señor; y comerá una ración igual a la de los demás, sin tener en cuenta cuál sea su patrimonio familiar. Cuando hayas entrado en el país que el Señor tu Dios te va a dar, no imites las prácticas abominables de aquellas naciones. Que no haya entre vosotros quien inmole en el fuego a su hijo o a su hija, ni quien practique la adivinación, el sortilegio, la brujería o la hechicería; que nadie haga conjuros, consulte a espíritus y espectros, o evoque a los muertos. El Señor detesta a quienes practican estas artes. Precisamente por estas costumbres abominables, el Señor tu Dios expulsa de tu presencia a esas naciones. Sé completamente fiel al Señor tu Dios; es cierto que esas naciones, cuyo territorio vas a poseer, escuchan a hechiceros y adivinos, pero a ti te ha prohibido todo eso el Señor tu Dios.