Levítico 11:4-47
Levítico 11:4-47 NVI
Hay, sin embargo, rumiantes que no tienen la pezuña partida. De esos animales no podréis comer los siguientes: »El camello, porque es rumiante, pero no tiene la pezuña partida; este animal será impuro para vosotros. »El conejo, porque es rumiante, pero no tiene la pezuña partida; este animal será impuro para vosotros. »La liebre, porque es rumiante, pero no tiene la pezuña partida; este animal será impuro para vosotros. »El cerdo, porque tiene la pezuña partida en dos, pero no es rumiante; este animal será impuro para vosotros. »No comeréis la carne ni tocaréis el cadáver de estos animales. Los consideraréis animales impuros. »De los animales que hay en las aguas, es decir, en los mares y en los ríos, podréis comer los que tengan aletas y escamas. En cambio, consideraréis inmundos todos los animales de los mares y de los ríos que no tengan aletas ni escamas, sean reptiles u otros animales acuáticos. No comeréis su carne, y rechazaréis su cadáver, porque vosotros los consideraréis animales inmundos. Todo animal acuático que no tenga aletas ni escamas será para vosotros un animal inmundo. »Rechazaréis las siguientes aves y no las comeréis, porque las consideraréis animales inmundos: el águila, el quebrantahuesos, el águila marina, toda clase de milanos y gavilanes, toda clase de cuervos, el avestruz, la lechuza, toda clase de gaviotas, el búho, el avetoro, el cisne, la lechuza nocturna, el pelícano, el buitre, la cigüeña, toda clase de garzas, la abubilla y el murciélago. »A todo insecto alado que camina a cuatro patas lo consideraréis un animal inmundo. Hay, sin embargo, algunos insectos alados que caminan a cuatro patas y que podréis comer: los que además de sus patas tienen zancas para saltar, y también toda clase de langostas, grillos y saltamontes. Pero a los demás insectos alados que caminan a cuatro patas los consideraréis animales inmundos. »Vosotros quedaréis impuros por lo siguiente: »Todo el que toque el cadáver de esos animales quedará impuro hasta el anochecer. »Todo el que recoja alguno de esos cadáveres deberá lavarse la ropa, y quedará impuro hasta el anochecer. »Consideraréis impuro todo animal que no tenga la pezuña partida ni sea rumiante. Cualquiera que lo toque quedará impuro. »De los animales de cuatro patas, tendréis por impuro a todo el que se apoya sobre sus plantas. Cualquiera que toque su cadáver quedará impuro hasta el anochecer, y todo el que lo recoja deberá lavarse la ropa, y quedará impuro hasta el anochecer. A estos animales los consideraréis impuros. »Entre los animales que se arrastran, consideraréis impuros a la comadreja, al ratón, a toda clase de lagartos, a la salamanquesa, a la iguana, al camaleón y a la salamandra. Estos son los animales que consideraréis impuros entre los que se arrastran. Todo el que toque el cadáver de esos animales quedará impuro hasta el anochecer. »Cuando el cadáver de algún animal impuro toque algún objeto de madera, o ropa, o piel, o un saco o cualquier utensilio de uso cotidiano, tal objeto quedará impuro. Deberá lavarse con agua, y quedará impuro hasta el anochecer. Entonces volverá a ser puro. »Si el cadáver de alguno de estos animales cae dentro de una vasija de barro, todo lo que la vasija contenga quedará impuro, y habrá que romperla. Todo alimento sobre el que caiga agua de dicha vasija quedará impuro; lo mismo sucederá con todo líquido que haya en esa vasija. Cualquier cosa sobre la que caiga parte de estos cadáveres quedará impura, y habrá que destruir los hornos y los fogones con los que haya entrado en contacto. Los cadáveres son impuros, y así deberéis considerarlos. Solo las fuentes o las cisternas que recogen agua permanecerán puras; cualquier otra cosa que toque un cadáver quedará impura. »Si alguno de esos cadáveres cae sobre la semilla destinada a la siembra, la semilla permanecerá pura. Pero, si la semilla se remoja en agua y alguno de esos cadáveres cae sobre ella, deberéis considerarla impura. »Si muere algún animal de los que está permitido comer, quien toque su cadáver quedará impuro hasta el anochecer. Quien coma carne de ese cadáver se lavará la ropa y quedará impuro hasta el anochecer. Quien lo recoja se lavará la ropa y quedará impuro hasta el anochecer. »Vosotros no comeréis ninguno de los animales que se arrastran, porque son inmundos. No comeréis ningún animal que se arrastre sobre su vientre, o que se apoye sobre sus plantas, o que tenga más de cuatro patas. En resumen, no comeréis ningún animal que se arrastra, porque es inmundo; es decir, no os contaminéis por causa de su inmundicia, pues son animales inmundos. Yo soy el SEÑOR vuestro Dios, así que santificaos y manteneos santos, porque yo soy santo. No os hagáis impuros por causa de los animales que se arrastran. Yo soy el SEÑOR, que os sacó de la tierra de Egipto, para ser vuestro Dios. Sed, pues, santos, porque yo soy santo. »Esta es la ley acerca de los animales y de las aves, y de todo ser que se mueve dentro de las aguas o que se arrastra por el suelo, para que así podáis distinguir entre lo puro y lo impuro, y entre lo que se puede comer y lo que no se debe comer».