Logo de YouVersion
Icono de búsqueda

LEVÍTICO 11:4-47

LEVÍTICO 11:4-47 Reina Valera 2020 (RV2020)

Pero de los que rumian o que tienen pezuña, no comeréis: El camello, porque rumia pero no tiene pezuña hendida, lo tendréis por inmundo. También el conejo, porque rumia pero no tiene pezuña, lo tendréis por inmundo. Asimismo la liebre, porque rumia pero no tiene pezuña, la tendréis por inmunda. También el cerdo, porque tiene pezuñas, y es de pezuñas hendidas y no rumia, por tanto lo tendréis por inmundo. No comeréis de su carne, ni tocaréis su cuerpo muerto: los tendréis por inmundos. De todos los animales que viven en las aguas comeréis estos: todos los que tienen aletas y escamas, ya sean de mar o de río, los podréis comer. Pero tendréis como cosa abominable todos los que no tienen aletas ni escamas, ya sean de mar o de río, entre todo lo que se mueve y entre todo ser viviente que está en las aguas. Os serán, pues, abominación: de su carne no comeréis, y abominaréis sus cuerpos muertos. Tendréis por abominable todo lo que en las aguas no tiene aletas y escamas. Entre las aves tendréis por abominables, y no se comerán, las siguientes: el águila, el quebrantahuesos, el azor, el gallinazo, el milano según su especie; toda clase de cuervos; el avestruz, la lechuza, la gaviota, el gavilán según su especie; el búho, el somormujo, el ibis, el calamón, el pelícano, el buitre, la cigüeña, la garza según su especie, la abubilla y el murciélago. Tendréis por abominable todo insecto alado que anda sobre cuatro patas. Pero de todo insecto alado que anda sobre cuatro patas comeréis el que, además de sus patas, tiene zancas para saltar con ellas sobre la tierra. De ellos comeréis estos: toda clase de langosta, de langostín, de grillo y saltamontes. Cualquier otro insecto alado que tenga cuatro patas, os será abominación. Por estas cosas quedaréis inmundos: Cualquiera que toque los cuerpos muertos de estos animales, quedará impuro hasta la noche. Cualquiera que levante el cadáver de alguno de ellos, lavará sus vestidos, y quedará impuro hasta la noche. Tendréis por inmundo todo animal de pezuña, pero que no tiene pezuña hendida ni rumia; cualquiera que los toque quedará impuro. De todos los animales que andan a cuatro patas, tendréis por inmundo a cualquiera que se apoye sobre sus garras; todo el que toque sus cadáveres quedará impuro hasta la noche. Y el que levante sus cadáveres lavará sus vestidos y quedará impuro hasta la noche: los tendréis por inmundos. Y tendréis por inmundos a los siguientes animales que se mueven sobre la tierra: la comadreja, el ratón, las distintas especies de rana, el erizo, el cocodrilo, el lagarto, la lagartija y el camaleón. Estos tendréis por inmundos de entre los animales que se mueven, y cualquiera que los toque cuando estén muertos quedará impuro hasta la noche. También será inmundo todo aquello sobre lo que caiga algo de ellos después de muertos; sea objeto de madera, vestido, piel, saco, sea cualquier instrumento con el que se trabaja, será metido en agua y quedará inmundo hasta la noche: entonces quedará limpio. Toda vasija de barro dentro de la que caiga alguno de ellos será inmunda, así como todo lo que esté dentro de ella; y la vasija deberá quebrarse. Toda cosa comestible sobre la cual caiga el agua de tales vasijas será inmunda, y toda bebida que haya en esas vasijas será inmunda. Todo aquello sobre lo que caiga alguno de esos cadáveres será inmundo: el horno u hornillos se derribarán; son inmundos, y por inmundos los tendréis. Sin embargo, la fuente y la cisterna donde se recogen las aguas permanecerán limpias, pero lo que haya tocado los cadáveres será inmundo. Y si cae uno de esos cadáveres sobre alguna semilla que se haya de sembrar, será limpia. Pero si se ha puesto agua en la semilla, y cae uno de los cadáveres sobre ella, la tendréis por inmunda. Si muere algún animal que tengas para comer, el que toque su cadáver quedará impuro hasta la noche. El que coma del cuerpo muerto lavará sus vestidos y quedará impuro hasta la noche; también el que saque el cuerpo muerto lavará sus vestidos y quedará impuro hasta la noche. Todo reptil que se arrastra sobre la tierra es abominación: no se comerá. No comeréis ningún animal que se arrastra sobre el vientre, o que anda a cuatro patas o más, o se arrastra sobre la tierra, porque es abominación. No hagáis abominables vuestras personas con ningún animal que se arrastra, ni os contaminéis con ellos, ni seáis impuros por ellos. Yo soy el Señor, vuestro Dios. Vosotros por tanto os santificaréis y seréis santos, porque yo soy santo. Así que no os contaminéis con ningún animal que se arrastre sobre la tierra. Yo soy el Señor, que os hago subir de la tierra de Egipto para ser vuestro Dios: seréis, pues, santos, porque yo soy santo. Esta es la ley acerca de las bestias, de las aves, de todo ser viviente que se mueve en las aguas y de todo animal que se arrastra sobre la tierra, para que hagáis distinción entre lo inmundo y lo limpio, y entre los animales que se pueden comer y los animales que no se pueden comer.

LEVÍTICO 11:4-47 La Palabra (versión española) (BLP)

por tanto, aunque sean rumiantes o tengan la pezuña partida, no comeréis: el camello al que consideraréis impuro porque es rumiante, pero no tiene pezuña partida; el conejo al que consideraréis impuro porque es rumiante, pero no tiene la pezuña partida; la liebre a la que consideraréis impura porque es rumiante, pero no tiene la pezuña partida; el cerdo al que consideraréis impuro porque tiene la pezuña partida, pero no es rumiante. No comeréis de la carne de estos animales, ni tocaréis sus cadáveres; los consideraréis impuros. De todos los animales acuáticos, de mar o de río, podréis comer todos los que tienen escamas y aletas. Pero los que no tienen ni aletas ni escamas, reptiles y otros animales acuáticos, los consideraréis impuros. No comeréis la carne de estos animales, ni tocaréis sus cadáveres; los consideraréis impuros. A todo animal acuático que no tenga escamas y aletas, lo consideraréis impuro. De las aves, consideraréis impuras y no se deberán comer por cuanto son algo detestable: el águila, el quebrantahuesos, el águila marina; el milano y toda clase de buitres; todo tipo de cuervos; el avestruz, la lechuza, la gaviota y el gavilán en todas sus especies; el búho, el avetoro, el cisne, la lechuza nocturna, el pelícano, el buitre, la cigüeña, toda clase de garzas, la abubilla y el murciélago. También consideraréis impuro a todo insecto alado que camine sobre cuatro patas. Pero podréis comer de todo insecto alado que, además de caminar sobre cuatro patas, tenga zancas para saltar con ellas sobre el suelo; podréis, pues, comer toda clase de langostas, cortapicos, grillos y saltamontes. Pero consideraréis impuro cualquier otro insecto alado que tenga cuatro patas. El contacto con los siguientes animales os contaminará, de forma que quien toque sus cadáveres quedará impuro hasta la noche; en cuanto al que transporte una parte cualquiera de sus cadáveres deberá lavar sus ropas y quedará impuro hasta la noche. Todo animal que tenga pezuña, pero no partida, o que no rumie, lo consideraréis impuro y cualquiera que entre en contacto con él quedará impuro. Y de los animales cuadrúpedos, consideraréis impuro a todo el que camine sobre sus garras; todo el que toque sus cadáveres quedará impuro hasta la noche. Quien transporte sus cadáveres deberá lavar sus ropas y quedará impuro hasta la noche. A todos estos animales los consideraréis impuros. De los animales que se arrastran sobre la tierra consideraréis impuros a los siguientes: la comadreja, el ratón y cualquier tipo de lagarto; el erizo, el cocodrilo, el topo, la salamandra y el camaleón; estos son los animales que consideraréis impuros de entre los que se arrastran; cualquiera que toque sus cadáveres quedará impuro hasta la noche. Y cualquier objeto que caiga sobre sus cadáveres, sea de madera, de paño, de piel, o de saco, quedará impuro. Cualquiera de estas cosas será metida en agua y quedará impura hasta la noche; solo entonces recobrará la pureza. La vasija de barro dentro de la que caiga alguno de estos animales, y todo lo que haya en ella, será considerado impuro y deberéis romper la vasija. Quedará impuro todo alimento comestible sobre el que caiga el agua de tales vasijas; y quedará impura toda bebida que esas vasijas contengan. Quedará impuro todo aquello sobre lo que caiga la más mínima parte del cadáver de esos animales; el hornillo y el fogón se derribarán: son impuros y por impuros los tendréis. Solo las fuentes y las cisternas donde se recoge el agua permanecerán puras; pero lo que haya estado en contacto con los cadáveres quedará impuro. Si algo de esos cadáveres cae sobre alguna semilla para sembrar, esta permanecerá pura. Pero si la semilla está remojada y cae sobre ella algo de esos cadáveres, la consideraréis impura. Si muere algún animal de los que podéis comer, el que toque su cadáver quedará impuro hasta la noche; y el que coma carne de su cadáver deberá lavar sus ropas y quedará impuro hasta la noche; asimismo el que transporte el cadáver deberá lavar sus ropas y quedará impuro hasta la noche. Es algo abominable comer cualquier reptil que se arrastre sobre la tierra, como lo es comer un animal que camine sobre su vientre, que ande a cuatro o más patas, o que se arrastre por la tierra. No os hagáis, pues, abominables a causa de ningún animal que se arrastre por la tierra, ni os contaminéis con ellos, ni contraigáis impureza a causa de ellos. Yo, el Señor, soy vuestro Dios; vosotros, por tanto, debéis santificaros y ser santos, porque yo soy santo; así que no os contaminéis con ningún animal que se arrastre sobre la tierra. Porque yo soy el Señor que os hice subir del país de Egipto para ser vuestro Dios. Seréis, pues, santos porque yo soy santo. Estas son las normas acerca de los animales terrestres, las aves y todos los vivientes que se mueven en las aguas o se arrastran sobre la tierra. Así podréis distinguir entre lo puro y lo impuro, entre los animales que se pueden comer y los animales que no se pueden comer.

LEVÍTICO 11:4-47 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)

pero no comeréis los siguientes animales, aunque sean rumiantes o tengan pezuñas partidas: “El camello, porque es rumiante pero no tiene pezuñas partidas. Lo consideraréis animal impuro. “El tejón, porque es rumiante pero no tiene pezuñas partidas. Lo consideraréis animal impuro. “La liebre, porque es rumiante pero no tiene pezuñas partidas. La consideraréis animal impuro. “El cerdo, porque tiene pezuñas, y aunque las tiene partidas en dos, no es rumiante. Lo consideraréis animal impuro. “No comeréis la carne de estos animales, y ni siquiera tocaréis su cadáver. Los consideraréis animales impuros. “De los animales que viven en el agua, ya sean de mar o de río, podéis comer solamente los que tienen aletas y escamas. Pero a los que no tienen aletas y escamas los consideraréis animales despreciables, aunque sean de mar o de río, lo mismo los animales pequeños que los grandes. No comeréis su carne; los consideraréis animales despreciables, y despreciaréis también su cadáver. Todo animal de agua que no tenga aletas y escamas, lo consideraréis despreciable. “De las aves no comeréis las siguientes, sino que las consideraréis animales despreciables: el águila, el quebrantahuesos, el águila marina, el milano, toda clase de halcones, toda clase de cuervos, el avestruz, la lechuza, la gaviota, toda clase de gavilanes, el búho, el cormorán, el ibis, el cisne, el pelícano, el buitre, la cigüeña, toda clase de garzas, la abubilla y el murciélago. “A todo insecto que vuela y anda lo consideraréis despreciable, pero podéis comer de los que, aunque vuelan y andan, tienen también zancas unidas a sus patas para saltar sobre el suelo. De ellos podéis comer los siguientes: toda clase de langostas, langostones, grillos y saltamontes; pero a todo otro insecto de los que vuelan y andan, lo consideraréis despreciable. “En los siguientes casos quedaréis impuros: “Cualquiera que toque el cadáver de uno de esos animales, quedará impuro hasta el anochecer. “Cualquiera que levante el cadáver de uno de esos animales, deberá lavar su ropa y quedará impuro hasta el anochecer. “A todo animal de pezuñas, que no las tenga partidas ni sea rumiante, lo consideraréis animal impuro, y cualquiera que lo toque quedará impuro también. “A cualquier animal de cuatro patas que para andar se apoye en sus plantas, lo consideraréis animal impuro; cualquiera que toque el cadáver de uno de ellos, quedará impuro hasta el anochecer. Así mismo, el que levante el cadáver de uno de ellos, deberá lavar su ropa y quedará impuro hasta el anochecer, pues vosotros debéis considerar impuros a esos animales. “De los animales que se arrastran sobre la tierra, consideraréis impuros los siguientes: comadrejas, ratones y toda clase de reptiles, como salamanquesas, cocodrilos, lagartos, lagartijas y camaleones. “Entre los muchos animales que existen, a estos los consideraréis impuros. Cualquiera que toque el cadáver de uno de estos animales, quedará impuro hasta el anochecer. “También quedará impura cualquier cosa sobre la que caiga el cadáver de uno de esos animales. Ya sea un objeto de madera, un vestido, alguna cosa de piel, un costal o cualquier instrumento de trabajo, se deberá meter en agua y quedará impuro hasta el anochecer; después de eso quedará puro. “Si el cadáver de cualquiera de esos animales cae en una olla de barro, todo lo que haya dentro de ella quedará impuro, y la olla tendrá que romperse. Todo alimento sobre el que caiga agua de esa olla quedará impuro, y toda bebida que haya en ella quedará impura. Todo aquello sobre lo que caiga el cadáver de uno de esos animales quedará impuro; aunque sea un horno o una doble hornilla, tendrá que ser destruido. Es un objeto impuro, y así deberéis considerarlo. “Sin embargo, el manantial o pozo de donde se toma agua, seguirá siendo puro; pero quien toque los cadáveres de esos animales, quedará impuro. “Si el cadáver de uno de esos animales cae sobre una semilla que se va a sembrar, la semilla seguirá siendo pura; pero si la semilla estuviera mojada y el cadáver de uno de esos animales cayera sobre ella, se la considerará impura. “En caso de que muera alguno de los animales que tenéis para comer, el que toque el cadáver quedará impuro hasta el anochecer; el que coma carne del animal muerto, se lavará la ropa y quedará impuro hasta el anochecer; y el que saque el cadáver del animal, se lavará también la ropa y quedará impuro hasta el anochecer. “No comeréis ningún reptil que se arrastre sobre la tierra; es animal despreciable. “De todos los animales que se arrastran sobre la tierra, no comeréis ninguno, ya sea que se arrastre sobre el vientre o que ande a cuatro o más patas, pues son animales despreciables. No os hagáis despreciables e impuros vosotros mismos con ningún animal que se arrastra, porque yo soy el Señor vuestro Dios. Vosotros debéis purificaros completamente, y ser santos porque yo soy santo. No os hagáis impuros con ningún animal que se arrastre por la tierra. Yo soy el Señor, el que os hizo salir de Egipto para ser vuestro Dios. Por lo tanto, vosotros debéis ser santos porque yo soy santo.” Estas son las instrucciones relativas a los animales, aves y todo lo que vive y se mueve en el agua, y a todos los animales que se arrastran sobre la tierra, para que se pueda distinguir entre lo puro y lo impuro, y entre los animales que se pueden comer y los que no se pueden comer.

LEVÍTICO 11:4-47 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)

Hay, sin embargo, rumiantes que no tienen la pezuña partida. De esos animales no podréis comer los siguientes: »El camello, porque es rumiante, pero no tiene la pezuña partida; este animal será impuro para vosotros. »El conejo, porque es rumiante, pero no tiene la pezuña partida; este animal será impuro para vosotros. »La liebre, porque es rumiante, pero no tiene la pezuña partida; este animal será impuro para vosotros. »El cerdo, porque tiene la pezuña partida en dos, pero no es rumiante; este animal será impuro para vosotros. »No comeréis la carne ni tocaréis el cadáver de estos animales. Los consideraréis animales impuros. »De los animales que hay en las aguas, es decir, en los mares y en los ríos, podréis comer los que tengan aletas y escamas. En cambio, consideraréis inmundos todos los animales de los mares y de los ríos que no tengan aletas ni escamas, sean reptiles u otros animales acuáticos. No comeréis su carne, y rechazaréis su cadáver, porque vosotros los consideraréis animales inmundos. Todo animal acuático que no tenga aletas ni escamas será para vosotros un animal inmundo. »Rechazaréis las siguientes aves y no las comeréis, porque las consideraréis animales inmundos: el águila, el quebrantahuesos, el águila marina, toda clase de milanos y gavilanes, toda clase de cuervos, el avestruz, la lechuza, toda clase de gaviotas, el búho, el avetoro, el cisne, la lechuza nocturna, el pelícano, el buitre, la cigüeña, toda clase de garzas, la abubilla y el murciélago. »A todo insecto alado que camina a cuatro patas lo consideraréis un animal inmundo. Hay, sin embargo, algunos insectos alados que caminan a cuatro patas y que podréis comer: los que además de sus patas tienen zancas para saltar, y también toda clase de langostas, grillos y saltamontes. Pero a los demás insectos alados que caminan a cuatro patas los consideraréis animales inmundos. »Vosotros quedaréis impuros por lo siguiente: »Todo el que toque el cadáver de esos animales quedará impuro hasta el anochecer. »Todo el que recoja alguno de esos cadáveres deberá lavarse la ropa, y quedará impuro hasta el anochecer. »Consideraréis impuro todo animal que no tenga la pezuña partida ni sea rumiante. Cualquiera que lo toque quedará impuro. »De los animales de cuatro patas, tendréis por impuro a todo el que se apoya sobre sus plantas. Cualquiera que toque su cadáver quedará impuro hasta el anochecer, y todo el que lo recoja deberá lavarse la ropa, y quedará impuro hasta el anochecer. A estos animales los consideraréis impuros. »Entre los animales que se arrastran, consideraréis impuros a la comadreja, al ratón, a toda clase de lagartos, a la salamanquesa, a la iguana, al camaleón y a la salamandra. Estos son los animales que consideraréis impuros entre los que se arrastran. Todo el que toque el cadáver de esos animales quedará impuro hasta el anochecer. »Cuando el cadáver de algún animal impuro toque algún objeto de madera, o ropa, o piel, o un saco o cualquier utensilio de uso cotidiano, tal objeto quedará impuro. Deberá lavarse con agua, y quedará impuro hasta el anochecer. Entonces volverá a ser puro. »Si el cadáver de alguno de estos animales cae dentro de una vasija de barro, todo lo que la vasija contenga quedará impuro, y habrá que romperla. Todo alimento sobre el que caiga agua de dicha vasija quedará impuro; lo mismo sucederá con todo líquido que haya en esa vasija. Cualquier cosa sobre la que caiga parte de estos cadáveres quedará impura, y habrá que destruir los hornos y los fogones con los que haya entrado en contacto. Los cadáveres son impuros, y así deberéis considerarlos. Solo las fuentes o las cisternas que recogen agua permanecerán puras; cualquier otra cosa que toque un cadáver quedará impura. »Si alguno de esos cadáveres cae sobre la semilla destinada a la siembra, la semilla permanecerá pura. Pero, si la semilla se remoja en agua y alguno de esos cadáveres cae sobre ella, deberéis considerarla impura. »Si muere algún animal de los que está permitido comer, quien toque su cadáver quedará impuro hasta el anochecer. Quien coma carne de ese cadáver se lavará la ropa y quedará impuro hasta el anochecer. Quien lo recoja se lavará la ropa y quedará impuro hasta el anochecer. »Vosotros no comeréis ninguno de los animales que se arrastran, porque son inmundos. No comeréis ningún animal que se arrastre sobre su vientre, o que se apoye sobre sus plantas, o que tenga más de cuatro patas. En resumen, no comeréis ningún animal que se arrastra, porque es inmundo; es decir, no os contaminéis por causa de su inmundicia, pues son animales inmundos. Yo soy el SEÑOR vuestro Dios, así que santificaos y manteneos santos, porque yo soy santo. No os hagáis impuros por causa de los animales que se arrastran. Yo soy el SEÑOR, que os sacó de la tierra de Egipto, para ser vuestro Dios. Sed, pues, santos, porque yo soy santo. »Esta es la ley acerca de los animales y de las aves, y de todo ser que se mueve dentro de las aguas o que se arrastra por el suelo, para que así podáis distinguir entre lo puro y lo impuro, y entre lo que se puede comer y lo que no se debe comer».