Job 4:12-21
Job 4:12-21 NVI
»En lo secreto me llegó un mensaje; mis oídos captaron solo su murmullo. Entre inquietantes visiones nocturnas, cuando cae sobre los hombres un sueño profundo, me hallé presa del miedo y del temblor; mi esqueleto entero se sacudía. Sentí sobre mi rostro el roce de un espíritu, y se me erizaron los cabellos. Una silueta se plantó frente a mis ojos, pero no pude ver quién era. Detuvo su marcha, y escuché una voz que susurraba: »“¿Puede un simple mortal ser más justo que Dios? ¿Puede ser más puro el hombre que su creador? Pues, si Dios no confía en sus propios siervos, y aun a sus ángeles acusa de cometer errores, ¡cuánto más a los que habitan en casas de barro cimentadas sobre el polvo y expuestos a ser aplastados como polilla! Entre la aurora y el ocaso pueden ser destruidos y perecer para siempre, sin que a nadie le importe. ¿No se arrancan acaso las estacas de su tienda? ¡Mueren sin haber adquirido sabiduría!”