JUAN 8
8
La mujer sorprendida en adulterio
1Jesús, por su parte, se fue al monte de los Olivos.#Mt 21,1 y par.; Lc 21,37. 2Por la mañana temprano volvió al Templo, y toda la gente se reunió en torno a él. Se sentó y comenzó a enseñarles.#Mt 5,1-2 (ver 26,55); Mc 9,35; Lc 5,3. 3En esto, los maestros de la ley y los fariseos se presentaron con una mujer que había sido sorprendida en adulterio. La pusieron en medio 4y plantearon a Jesús esta cuestión:
—Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en flagrante adulterio. 5En la ley nos manda Moisés que demos muerte a pedradas a tales mujeres. Tú, ¿qué dices?#Lv 20,10; Dt 22,22-24.
6Le plantearon la cuestión para ponerlo a prueba y encontrar así un motivo de acusación contra él. Jesús se inclinó y se puso a escribir con el dedo en el suelo.#Mt 16,1; 19,3; 22,15-35 y par. 7Como ellos insistían en preguntar, Jesús se incorporó y les dijo:
—El que de ustedes esté sin pecado, que sea el primero en lanzar la piedra#Dt 17,7. contra ella.
8Dicho esto, se inclinó de nuevo y siguió escribiendo en el suelo. 9Oir las palabras de Jesús y escabullirse uno tras otro,#8,9: uno tras otro: Bastantes mss. añaden: acusados por su conciencia. comenzando por los más viejos, todo fue uno. Jesús se quedó solo, con la mujer allí en medio. 10Se incorporó y le preguntó:
—Mujer, ¿dónde están todos esos? ¿Ninguno te condenó?
11Ella le contestó:
—Ninguno, Señor.
Jesús le dijo:
—Tampoco yo te condeno. Vete y en adelante no vuelvas a pecar.]#5,14.
Jesús, luz del mundo
12Jesús se dirigió de nuevo a los judíos y les dijo:
—Yo soy la luz del mundo. El que me sigue no caminará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida.#1,4.5.9; 3,19-21; 9,5; 12,35-36.46 (ver 1 Jn 1,5-7; 2,8-10); Is 49,6.
13Los fariseos le replicaron:
—Estás declarando como testigo en tu propia causa; por tanto, tu testimonio carece de valor.#5,31.
14Jesús les contestó:
—Aun cuando yo testifique a mi favor, mi testimonio es válido, porque sé de dónde vengo y adónde voy. Ustedes, en cambio, no saben ni de dónde vengo ni adónde voy.#9,29; 13,3; 16,28. 15Ustedes juzgan con criterios mundanos. Yo no quiero juzgar a nadie#7,24; 1 Sm 16,7. 16y, cuando lo hago, mi juicio es válido, porque no estoy yo solo; conmigo está el Padre que me envió.#8,29. 17En la ley está escrito que el testimonio coincidente de dos testigos es válido.#Dt 17,6; 19,15 (ver Nm 35,30). 18Pues bien, a mi testimonio se une el que da a mi favor el Padre que me envió.#1 Jn 5,9.
19Ellos le preguntaron:
—¿Dónde está tu padre?
Contestó Jesús:
—Ustedes ni me conocen a mí ni a mi Padre; si me conocieran a mí, conocerían también a mi Padre.#14,7-11.
20Jesús hizo estas manifestaciones cuando estaba enseñando en el Templo, en el lugar donde se encontraban los cofres de las ofrendas. Pero nadie se atrevió a echarle mano porque todavía no había llegado su hora.#2,4; 7,6.30; Mc 12,41-43; Lc 21,1-4.
No pueden ir adonde yo voy
21Jesús volvió a decirles:
—Yo me voy. Ustedes me buscarán, pero morirán en su pecado; y adonde yo voy, ustedes no pueden ir.#7,34.36; 13,33.
22Los judíos comentaban entre sí:
—¿Pensará suicidarse, y por eso dice: «Adonde yo voy ustedes no pueden ir»?#ver 7,35.
23Jesús aclaró:
—Ustedes pertenecen a este mundo de abajo; yo pertenezco al de arriba. Ustedes son de este mundo; yo no. 24Por eso les he dicho que morirán en sus pecados. Porque si no creen que «yo soy», morirán en sus pecados.
25Los judíos le preguntaron entonces:
—Pero ¿quién eres tú?
Jesús les respondió:
—¿No es eso lo que les vengo diciendo desde el principio? 26Tengo muchas cosas que decir de ustedes, y muchas que condenar. Pero lo que digo al mundo es lo que oí al que me envió, y él dice la verdad.
27Ellos no cayeron en la cuenta de que les estaba hablando del Padre; 28así que Jesús añadió:
—Cuando ustedes levanten en alto al Hijo del hombre, entonces reconocerán que «yo soy» y que no hago nada por mi propia cuenta; lo que aprendí del Padre, eso enseño.#3,14; 5,19; 12,32. 29El que me envió está conmigo y no me ha dejado solo, porque yo hago siempre lo que le agrada.#5,30; 6,38; 8,16; 16,32; Ex 3,12; Jos 1,5; 1 Sm 10,7; Jr 1,8; Am 5,14.
30Al oírlo hablar así, muchos creyeron en él.#7,31.
La verdad que libera
31Dirigiéndose a los judíos que habían creído en él, dijo Jesús:
—Si se mantienen fieles a mi mensaje, serán verdaderamente mis discípulos,#15,7 (ver 2 Jn 9). 32conocerán la verdad y la verdad los hará libres.#1,14.17; 14,6.17; 15,26; 17,17-19; 18,37-38; 1 Jn 1,6; 2,4; 4,6; 5,6; 2 Jn 1-4; 3 Jn 3-8.
33Ellos le replicaron:
—Nosotros somos descendientes de Abrahán y nunca hemos sido esclavos de nadie; ¿qué significa eso de que «seremos libres»?#Mt 3,9; Lc 3,8.
34—Yo les aseguro —les contestó Jesús— que todo el que comete pecado es esclavo del pecado.#Rm 6,16.20; 2 Pe 2,19. 35Y el esclavo no forma parte de la familia de modo permanente; el hijo, por el contrario, es siempre miembro de la familia.#Gn 21,9-14; Ex 21,2; Dt 15,12 (ver Jr 2,14). 36Por eso, si el Hijo les da la libertad, serán verdaderamente libres. 37Ya sé que ustedes son descendientes de Abrahán. Sin embargo, quieren matarme porque mi mensaje no les entra en la cabeza.#5,18; 7,19.25. 38Yo hablo de lo que he contemplado estando con el Padre; ustedes, en cambio, hacen lo que han aprendido de su propio padre.
El padre de ustedes es el diablo
39Ellos replicaron:
—Nuestro padre es Abrahán.
Jesús les contestó:
—Si fueran de verdad hijos de Abrahán, harían lo que él hizo.#Gn 15,16; Rm 4,3.18.20; Heb 11,8-19; Stg 2,21-23. 40Pero ustedes quieren matarme porque les he dicho la verdad que aprendí de Dios mismo. No fue eso lo que hizo Abrahán. 41Ustedes hacen las obras del propio padre de ustedes.
Ellos le contestaron:
—Nosotros no somos hijos ilegítimos. Nuestro padre es únicamente Dios.#Dt 32,6; Is 63,16; 64,7.
42Jesús les dijo:
—Si Dios fuera el Padre de ustedes, me amarían a mí, porque yo he venido de Dios y aquí estoy. No he venido por mi propia cuenta, sino que él me ha enviado. 43Si no entienden lo que yo digo, es porque no quieren aceptar mi mensaje. 44El padre de ustedes es el diablo e intentan complacerle en sus deseos. Él fue un asesino desde el principio y no se mantuvo en la verdad. Por eso no tiene nada que ver con la verdad. Cuando miente, habla de lo que tiene dentro, porque es mentiroso y padre de la mentira.#Gn 3,4; Ap 12,9). 45Por eso, no me creen a mí que digo la verdad. 46¿Quién de ustedes sería capaz de demostrar que yo he cometido pecado? Pues bien, si les digo la verdad, ¿por qué no me creen?#2 Co 5,21; 1 Pe 2,22; 1 Jn 3,5 (ver Heb 4,15). 47El que es de Dios acepta las palabras de Dios; pero como ustedes no son hijos de Dios, por eso no las aceptan.
Jesús y Abrahán
48Los judíos le contestaron:
—Con razón decimos nosotros que eres samaritano y que tienes un demonio dentro.#7,20; Mc 3,22.
49Jesús respondió:
—Yo no tengo ningún demonio; lo que hago es honrar a mi Padre; ustedes, en cambio, me deshonran a mí. 50Yo no vivo preocupado por mi propio honor. Hay uno que se preocupa de eso, y a él le corresponde juzgar.#5,41. 51Les aseguro que el que acepta mi mensaje, jamás morirá.#5,24 (ver Mt 11,25).
52Al oír esto, los judíos le dijeron:
—Ahora estamos seguros de que estás endemoniado. Abrahán murió, los profetas murieron, ¿y tú dices que quien acepta tu mensaje jamás morirá? 53¿Acaso eres tú más que nuestro padre Abrahán? Tanto él como los profetas murieron. ¿Por quién te tienes tú?#4,12.
54Jesús respondió:
—Si yo me alabara a mí mismo, mi alabanza carecería de valor. Pero el que me alaba es mi Padre; el mismo de quien ustedes dicen que es su Dios. 55En realidad no lo conocen; yo, en cambio, lo conozco, y si dijera que no lo conozco, sería tan mentiroso como ustedes. Pero yo lo conozco y cumplo sus mandatos.#7,29; 17,25; Mt 11,27; Lc 10,22. 56Abrahán, el padre de ustedes, se alegró con la esperanza de ver mi día; lo vio y se alegró.
57Los judíos le replicaron:
—¿De modo que tú, que aún no tienes cincuenta años, has visto a Abrahán?
58Jesús les respondió:
—Les aseguro que antes de que Abrahán naciera, existo yo.#1,1-3 (ver 8,24).
59Intentaron, entonces, apedrearlo; pero Jesús se escondió y salió del Templo.#10,31; 11,8.
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