Un Matrimonio Formado por el EvangelioSample
Permanente en un mundo temporal
¿Cómo vivimos cada día a la luz de la realidad de lo que Dios hace en el matrimonio — Él une a los dos en una sola persona — , y que esta unión es permanente?
En nuestro mundo, es difícil creer que el matrimonio puede ser permanente. Pocos dan por sentado que cuando alguna pareja se casa, que será para el resto de su vida; nadie se sorprende cuando se dan cuenta de otro matrimonio más que terminó en divorcio.
Además, el Enemigo de nuestra alma ataca activamente a los matrimonios, porque ellos representan un ejemplo en vivo del Evangelio y de la relación entre Dios y nosotros, y él quiere destruir toda evidencia de la bondad de Dios.
Por lo tanto, nos rodea el dolor y el quebranto que viene por no tratar al matrimonio como la relación permanente que en verdad debe ser. Lo más triste de todo es que, por no tratar al matrimonio como si fuera permanente, no reflejamos bien a la imagen de Dios en su relación con sus hijos.
¿Cómo aseguramos que nuestro matrimonio sea permanente en este mundo que no atribuye la permanencia al matrimonio?
Protegerlo
Para que nuestro matrimonio sea permanente, tenemos que protegerlo activamente. Cuando un matrimonio dura, no es por accidente ni por casualidad, sino por la vigilancia y el trabajo de la pareja. Hay fuerzas — Satanás, nuestro egoísmo, otras personas — que constantemente intentan destruir a nuestro matrimonio. Por lo tanto, tenemos que ser pro-activos en cuidar y guardar nuestro matrimonio.
El divorcio no es una opción
Primeramente, protegemos a nuestro matrimonio por descartar completamente la opción del divorcio. Eliminamos la opción de divorciarnos por nunca considerarlo como si fuera una posibilidad; por nunca separarnos de nuestra pareja (ni para "probar") — a menos que haya violencia física —; por nunca amenazarnos el uno al otro con dejarnos; por jamás decir "no me hubiera casado contigo" ni "voy a dejarte" en un momento de enojo; ni por tener fantasías de cómo sería si nos separamos o nos divorciamos.
Establecer barreras
También, protegemos nuestro matrimonio por establecer barreras alrededor del matrimonio para cuidarlo. La fidelidad no ocurre por accidente, más bien es producto de un trabajo cuidadoso de asegurar que ninguno de los esposos esté en una situación o amistad en que podrían desarrollar tentaciones. Levantamos barreras para proteger contra tentaciones sexuales, y también para guardar la intimidad emocional y la amistad que comparte la pareja.
Algunos ejemplos de las barreras sabias son: no compartir amistades con personas del sexo opuesto; no tener ninguna amistad más íntima que la que tiene con su pareja; compartir cualquier comunicación (email, texto, llamadas, etc) que tiene con personas del sexo opuesto; compartir toda cuenta de comunicación con su pareja (Facebook, Twitter, email, teléfono, etc); compartir la historia de su uso del internet con su esposa; nunca esconder gastos de su pareja; no estar solo (en un cuarto, oficina, o carro) con otra persona del sexo opuesto.
Protegemos nuestro matrimonio en este mundo de matrimonios temporales cuando nunca consideramos el divorcio como una opción y cuando establecemos barreras para cuidarnos.
About this Plan
En este estudio, vemos la pregunta: ¿Cuál es el propósito de Dios — el Creador del matrimonio — para el matrimonio? Como Él lo creó, entender sus intenciones nos ayudará inmensamente a navegar el camino de nuestro matrimonio para nuestro gozo y su gloria. Te invitamos a descargar el libro completo de Un Matrimonio Formado por el Evangelio completamente gratis en esta página: http://pazcondios.com/?page_id=5693 .
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