Ahora, ¿Qué hago?

Es posible que esta misma pregunta se la hayan hecho los discípulos de Jesús después de conocerlo. Con seguridad una combinación de sentimientos los inundó; Alegría, temor, incertidumbre, confusión. Arropados del pensamiento de que eran personas como nosotros... Con defectos, debilidades, deficiencias, por mencionar algunos. Pero Jesús vio en ellos algo más.

Es muy probable que estés en la etapa donde pienses que todo esto suena muy padre e interesante; quizá quieras dar el siguiente paso y tomes la decisión de acercarte a Dios, de tener como una de tus metas el descubrir cuál es el Plan que tiene para ti. Pero la gran pregunta que debes estar haciendo es:

¿Cómo le haré para descubrir ese maravilloso Plan? ¿Cómo hacerlo realidad y no dejar pasar esta oportunidad?

Lo primero es tomar la decisión mas importante de nuestras vidas, y esa es: Seguir a Jesús y entregar tu corazón sin reserva alguna, y lo siguiente será dejarte guiar y moldear por medio de su palabra y voluntad. Dios es quien prepara y capacita para ser usados en su plan, Él hace las más grandes obras con aquellos vasos de barro que deciden dejar todo y seguirle.

Esta lección podrá parecer breve, sin embargo te invitamos detenerte el tiempo que sea necesario a meditar profundamente en los siguientes versículos...