Construyendo Proyectos Con DiosSample
Hasta ahora hemos hablado de depender de Dios, buscar su voluntad y caminar en fe y obediencia. Hay algo más que es vital para ver nuestros proyectos florecer, porque pensemos un momento, aunque hayamos recorrido todos los pasos anteriores, no es una garantía de que nuestro proyecto dará frutos de inmediato.
A veces las cosas toman tiempo y en ese proceso es fácil sentirse desanimado o perder la esperanza. Aquí es donde la perseverancia y la paciencia entran en juego.
Voy a comentar acerca de la perseverancia: la perseverancia es la capacidad de mantenernos firmes en nuestros esfuerzos, incluso cuando enfrentamos obstáculos, fracasos o demoras.
Cuando trabajas en un proyecto con Dios puedes estar seguro de que enfrentarás pruebas, las dificultades y pruebas se sucederán, y en esos momentos es cuando la perseverancia se vuelve crucial.
Santiago 1:4 nos dice: “hermanos míos tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia, pero tenga la paciencia su obra completa para que seáis perfectos y cabales sin que os falte cosa alguna”. Me explicaré: las pruebas que enfrentamos en el camino no son en vano, están diseñadas para fortalecernos para perfeccionarnos y para asegurarnos de que lleguemos a ser todo lo que Dios quiere que seamos. La perseverancia no es solo seguir adelante a pesar de los desafíos, es también una declaración de fe en acción. Cada vez que decides no rendirte le estás diciendo a Dios: confío en que lo que Tú empezaste lo terminarás, Filipenses 1:6 nos asegura que el que comenzó en vosotros la buena obra la perfeccionará hasta el día de Jesucristo. Esto significa que si Dios te llevó a empezar un proyecto, Él te dará la fuerza y capacidad para llevarlo a cabo, siempre y cuando tú te mantengas firme en tu compromiso de seguir adelante.
Comentaré ahora acerca de la paciencia: es la disposición de esperar en Dios, de confiar en su tiempo perfecto. Esto puede ser una de las cosas más difíciles y retos más importantes que tendremos que acometer.
Vivimos en la cultura de la inmediatez, de resultados rápidos. Los planes de Dios no siempre funcionan de esta forma. Hay momentos en los que aunque hagas todo lo correcto, actuado en fe y has obedecido Él, nos parece que no sucede nada, que no avanzamos e incluso retrocedemos. En esos momentos es cuando la paciencia es la clave. Observa la vida de José: Dios le dio un sueño sobre su futuro pero ese sueño no se cumplió de inmediato. José pasó por años de pruebas, traiciones y dificultades antes de ver realizado su sueño. Si José no hubiera tenido paciencia, si hubiera renunciado en la primera dificultad, nunca habría llegado a ser el gobernador de Egipto y salvar a su familia de la hambruna. Durante los años de espera, Dios estaba trabajando en su carácter, preparándolo para el lugar de liderazgo que tenía para él.
La paciencia no solo es esperar pasivamente, es esperar activamente, sabiendo que Dios está trabajando, incluso cuando no lo vemos. Es confiar en que su tiempo es perfecto y que cuando todo esté listo él abrirá las puertas necesarias.
Scripture
About this Plan
Poner a Dios primero, en nuestros proyectos, no significa hacer un ritual religioso, ni convertirlo a Él en una fórmula mágica. Me refiero a tener una relación profunda, una alianza con El Creador del universo, donde le das a Dios el lugar de honor y autoridad sobre todo lo que vas a emprender. En este punto, considero que muchos fallamos, iniciamos proyectos en nuestras fuerzas, con nuestras ideas, y cuando las cosas no salen bien, es cuando buscamos a Dios.
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