Creer Y Esperar Para Disfrutar Su PazSample

Las bendiciones del Señor son como la lluvia que cae. La lluvia temprana y la lluvia tardía. Los israelitas dependían de las lluvias, dependían del buen tiempo para sus cosechas. Cuando el señor habla de bendiciones, están relacionadas con esa bendición de la tierra y el agua de las lluvias tempranas y las lluvias tardías. Las tempranas, las lluvias de otoño y las tardías, las lluvias de primavera.

Y así somos nosotros en manos del Señor; esperamos bendiciones de lo alto, como la lluvia, que es un símbolo de la bendición de Dios sobre nosotros. Lo lindo es que cuando nosotros estamos en Cristo, Él es el Señor en toda estación de nuestra vida, tanto en primavera como en invierno, así como en verano, Él está con nosotros todo el tiempo.

El mensaje para nosotros entonces, es creer y esperar, es muy complicado esperar si no creemos. Y la idea es creer, pero el objeto de nuestra fe tiene que estar situado en Cristo. Esa es la clave de nuestra bendición, la fe en Cristo, el camino al Padre. Creer en el Señor, creer en sus promesas y esperar pacientemente. A pesar de que durante los tiempos de espera puede haber dudas, porque la misma palabra dice que Abraham, mientras que estaba esperando la promesa, Sara le decía: “agarra la esclava. Así el Señor te bendice con Agar.” Y Abraham, efectivamente tuvo un hijo con Agar que se llamó Ismael, y aun el Señor le dijo: “Voy a bendecir a Ismael por cuanto ha salido de tus lomos y yo te he prometido que tu descendencia será bendición, pero ese no es el hijo que yo te prometí, ese es un hijo de tu esfuerzo, mas el hijo que yo te prometí es un hijo de la promesa y la bendición viene por la fe en la promesa y no por el esfuerzo humano.

Isaac es el símbolo de la promesa de la provisión sobrenatural de Dios y es a través de Isaac que la bendición sobre nosotros desciende hasta llegar a Jesucristo como lluvia temprana y tardía.

Nuestra fe en Jesucristo nos permite recibir toda esa promesa que el Señor le hizo a Abraham. Y, nosotros somos encargados de bendecir también a las naciones de la tierra. Abraham creyó y esperó para tener paz. Necesitamos paz en nuestra vida, paz en nuestro corazón, paz en nuestro interior. Porque también es lo que está ocurriendo en el mundo de hoy, nuestra mente, nuestras emociones están atacadas porque el mundo está en constante agitación. Hay un afán, hay un acelere, hay que buscar todo rápidamente. Hay que trabajar para conseguir el máster, para ganar más dinero, para lograr ese éxito que el mundo nos vende. Necesitamos la paz de Dios y la paz de Dios viene si nosotros creemos en Él. 2ª Corintios 4:13 dice: “Sin embargo, seguimos predicando porque tenemos la misma clase de fe que tenía el salmista cuando dijo: Creí en Dios, por tanto, hablé".

La fe es un ingrediente importante. Siempre la necesitamos. Algún predicador decía que la fe también es la confianza que tenemos en que Dios es un Dios Bueno y que quiere lo bueno para mí, si yo creo que Dios no solamente es el Dios creador del universo, sino que ahora tengo una cercanía aún mayor con el Señor, porque Jesucristo nos revela que Dios no solamente es Dios Creador, sino que es el Dios al que podemos llamar Abba. Tenemos una relación más cercana y como Papá perfecto y Papá amoroso, quiere que estemos bendecidos, que tengamos lo que necesitamos para vivir una vida piadosa. La idea es que dependemos del Señor, nos humillamos delante del Señor, sabiendo que Él es la fuente absoluta de todo lo que nosotros necesitamos.

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