Obedecer, no improvisar

Este mismo Saúl, ya siendo rey, en otra ocasión, en lugar de obedecer (como lo hizo en la historia anterior), improvisó. ¿Qué significa esto? Significa que, en lugar de ir por el camino que Dios le había mostrado, se desvió hacia lo que, en su propia opinión, le pareció bien.

El Señor lo envió a destruir un pueblo y todo lo que allí había, fue una orden directa y clara. Sin embargo, Saúl regresa de la guerra con la misión incompleta, dejo vivos a una persona y un grupo de animales. Cuando Dios lo confronta, Saúl justifica su improvisación intentando suavizar su desobediencia. ¿En qué terminó esto? Dios desechó a Saúl como rey de Israel y le quitó su respaldo.

En Dios no hay asuntos pequeños

El propósito de utilizar esta historia es que puedas notar cómo asuntos tan "pequeños" tiene un eco tan grande en tu legado y el propósito que Dios tiene para tu vida:

• Saúl salió a buscar unas asnas en obediencia y le dieron la corona.
• Saúl dejó vivos unos animales en desobediencia y le quitaron la corona.

¿Por qué no lo logramos?

El problema que muchas veces nos aleja de alcanzar el propósito que Dios tiene para nuestras vidas se puede resumir en dos:

• Menospreciamos el camino: Muchas veces soñamos tan grande, que se nos olvida que se inicia por lo pequeño, si eres fiel en lo poco, podrás en lo mucho. Para hacer grandes proezas, primero se necesitan pequeños pasos, pero en la dirección correcta.
• Nos cuesta mucho obedecer: Para alcanzar el propósito de Dios es necesario que estemos dispuestos a obedecer en todo momento. Obedecer implica reconocer que la voluntad de Dios, sus planes, su propósito son mejores que cualquier idea que se nos pueda ocurrir como humanos.

No te pierdas el último día de este plan, donde te daremos los consejos finales y una oración guiada para que pidas a Dios que cumpla su propósito en tu vida.