Dos Dones De Dios: Abraza La Soltería Y El MatrimonioSample
Una amable concesión, nunca una orden
¿Está bien ser soltero? ¿Tenemos que estar casados? En el versículo 6, Pablo afirma una concesión, no una orden, respecto a las opciones de los creyentes con relación al matrimonio. A primera vista, puede parecer que Pablo se refiere a la separación temporal de las parejas casadas para la oración y la devoción. Sin embargo, un examen más detenido revela que se refiere a la inclinación general hacia el matrimonio, como en el versículo 2. Pablo aclara que sus palabras no son un mandato de Dios, sino una concesión, subrayando que Dios no ordena el matrimonio para todos. En otras palabras, la soltería con pureza sexual es una opción honorable a los ojos del Señor.
Al reflexionar sobre las palabras de Pablo, se hace evidente que el deseo de Dios no es forzarnos a adoptar roles matrimoniales específicos, sino concedernos la libertad de elegir lo que se ajuste a nuestra vocación y dones. El matrimonio es una hermosa institución establecida por Dios, que ofrece compañía y protección contra la inmoralidad sexual a quienes carecen de autocontrol. Sin embargo, el matrimonio no es la única solución; es uno de los dos caminos disponibles para los creyentes.
Para los solteros, dediquen un momento a contemplar el significado de esta verdad. La soltería, unida a la pureza sexual, no es una opción de segunda categoría ni una posición de deficiencia. Al contrario, puede ser una profunda demostración de devoción a Dios y una oportunidad de vivir Su llamado de modo único. Así como el matrimonio ofrece compañía, la soltería ofrece un enfoque indiviso en el Señor y el servicio a Su reino.
Sin embargo, abrazar la soltería no consiste en descartar el deseo de casarse, sino en alinear nuestros corazones con el plan de Dios para nuestras vidas. Si persiste el anhelo del matrimonio, no es un pecado. El matrimonio es un don precioso de Dios, y quienes eligen este camino deben hacerlo con alegría y gratitud. Sin embargo, reconozcamos también que la soltería es un llamado divino que no debe verse con desdén o frustración.
El reto para todos nosotros, solteros o casados, es buscar la guía de Dios y contentarnos con nuestras circunstancias. Estamos completos en Cristo, y nuestra satisfacción procede solo de Él, no de nuestro estado civil. Que aprendamos a confiar en Su plan perfecto para nuestras vidas, sabiendo que Su sabiduría supera nuestro entendimiento. Todos estamos llamados a perseguir la santidad y a cumplir el propósito único que Él ha diseñado para nosotros.
Celebremos la diversidad del plan de Dios para Su pueblo, respetando las elecciones de los demás y buscando la unidad en el cuerpo de Cristo. Soltero o casado, tu vida es un don precioso de Dios, que desea valerse de ti para Su gloria. Busca Su voluntad, abraza Su plan y encuentra la verdadera satisfacción solo en Cristo.
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About this Plan
¿Casado o soltero? La Biblia muestra claramente qué es más valioso: ninguna de las dos cosas. La soltería y el matrimonio son dones de Dios que Él ha establecido para ayudarnos a verle más claramente y a comprender mejor nuestro propósito. Que estos devocionales te lleven a un punto de satisfacción en Él.
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