Consejos Bíblicos Para MadrastrasSample

Ayuda idónea en la crianza de los hijos

Es indudable que tu rol como madrastra inicia con otro rol igualmente importante: tu rol como esposa. Al unirte en matrimonio con tu esposo, y hacer votos delante de Dios y de tus seres queridos, diste paso a uno de los momentos más decisivos de tu vida (Génesis 2:24).

Como esposas es nuestro privilegio complementar a nuestros esposos, hacernos cargo de las áreas en las que él quizá no es tan hábil, y fortalecer aquellas en las que es experto. Una de esas áreas será la crianza de los hijos (Génesis 2:18).

Dependiendo mucho de la rutina y horarios establecidos, los hijos de tu esposo estarán contigo cada fin de semana, cada 15 días o en algunos casos vivirán contigo desde el principio, y habrá que crear un vínculo desde cero, por lo que deseo brindarte algunos consejos prácticos a la luz de La Biblia en esta área:

1. Procura siempre crear espacios para que tu esposo conecte con sus hijos:

En los días en los que los niños estén con ustedes en casa, idea momentos en los que tu esposo y sus hijos tengan conversaciones, jueguen, o simplemente tengan espacio para mostrarse afecto, esto puede variar según sus edades, pero como mujer puedes identificar momentos cruciales para que esto suceda (Proverbios 14:1).

Nunca seas el motivo por el que tu esposo se distancie de sus hijos. Si los niños viven contigo no te asustes si parece que solo buscan a su papá, es natural para ellos, su papá siempre será el centro de atención, pero poco a poco podrás ganar terreno con ellos (Juan 13:35).

2. Alienta a tu esposo a siempre cumplir con sus responsabilidades como padre:

Esto puede ser desde apoyar a tu esposo, creando un calendario con las fechas de cumple años de los niños, eventos de la escuela, hasta respetar, honrar y alentar a tu esposo a pagar la manutención de sus hijos. Dios ama la justicia (Salmos 37:28)y los hijos de tu esposo, independientemente cuál haya sido el motivo de separación de sus padres, ellos tienen derechos que deben ser cumplidos por su papá.

3. Deja la disciplina en mano de sus padres:

Requiere mucha sabiduría y dominio propio, enfrentarse a la naturaleza humana de nuestros hijastros, entre rabietas, faltas de atención, faltas de respeto, puedes llegar a perder la paciencia y querer corregirlos, pero debes saber que la corrección les corresponde a sus padres. Tú puedes brindar consejo, puedes señalar una forma de corregir el error, pero nunca lastimar ni física, ni verbalmente a tus hijastros, procura siempre una comunicación sincera y abierta con tu esposo cuando estos episodios se den. No dejes que la amargura, la sed de venganza o el resentimiento hagan nido en tu corazón, recuerda que son niños o jóvenes inexpertos y heridos que necesitan a Jesús tanto como tú y como yo (Romanos 3:23).

4. Apunta sus corazones a Jesús:

Muchos de los horarios de visitas de los hijos a la casa de su padre suceden los fines de semana, procura crear una rutina que incluya asistir a la iglesia el día domingo, donde participen todos juntos, tal vez preparar un rico desayuno antes del servicio, o de vez en cuando hacer un almuerzo fuera luego del servicio.

Recuerda que la fe viene por el oír la Palabra de Dios (Romanos 10:17) por ello debemos siempre crear oportunidades para hablarles de la Palabra de Dios: sin son pequeños, quizá desees leerles una historia bíblica, si son adolescentes escuchándolos atentamente, y luego diciéndoles si te permiten orar por ellos.

Háblales siempre de lo que Dios ha hecho en tu vida y muestrales con tus acciones el amor del Señor.

5. Ora por tu esposo y sus hijos:

Los divorcios suelen dejar heridas profundas y causar distancia entre padres e hijos, por eso debemos ser mujeres de oración (1 Tesalonicenses 5:16-18)orando en todo momento por sanidad de sus corazones y por medios de gracia para que en nuestro hogar gobierne la paz, el amor, y la unión. No importa que tan difícil sea, Dios ha prometido volver el corazón de piedra en uno de carne (Ezequiel 11:19-20).

Para reflexionar responde las siguientes preguntas:

1.¿Cómo te preparas para recibir en casa a tus hijastros?

2. Escribe tres actividades que pueden promover una mejor relación entre tu esposo y sus hijos.

3. Escribe una breve oración por tu esposo y tus hijastros.

Oremos:

Gracias, Señor por tu Palabra, gracias porque tu Palabra me da luz para ser la madrastra que tú quieres que sea, por favor ayúdame a poner en práctica lo que aquí estoy aprendiendo, ayúdame a mostrarles amor y respeto a mis hijastros, y a ser ayuda idónea para mi esposo. Amén.