Liderazgo Espiritual en El HogarSample

Someterse o no

Cuando una esposa considera que es «más espiritual» que su esposo, le puede resultar difícil someterse bíblicamente a él. Hablamos de un hombre que es un cristiano creyente de la Biblia, no uno que la lleva al pecado, sino que carece del mismo deseo e impulso que ella tiene por las cosas espirituales.

Lo primero que una esposa debe hacer es orar por su esposo, la oración no debe menguar. A través de la oración, el Señor tiene una manera de provocar circunstancias que pueden llevar a un hombre a un nuevo lugar de devoción que nunca antes había conocido. Ella debe orar por su esposo. Ella debe recurrir a él y compartir sus preocupaciones y deseos con él de una manera amorosa, comunicando la carga que tiene y la gravedad de la situación. La esposa debe dejarle claro que espera que él sea el líder de su hogar.

A veces la esposa tiene un fuerte deseo de guiar a su familia espiritualmente, por lo que el esposo cede a eso. La esposa automáticamente se convierte en la líder de las cosas espirituales en el hogar. El esposo no tiene problemas para liderar todo lo demás, pero cuando se trata de cosas espirituales, está dispuesto a tomar el asiento del pasajero y dejar que ella guíe el camino. Ella necesita sentarse con él para tener una charla de corazón a corazón y decirle: «También necesito que seas el líder espiritual de nuestra familia».

En algún momento, si la pareja es parte de una congregación local saludable, la esposa podría acercarse a un líder de la iglesia y decirle: «¿Te importaría ir con mi esposo y alentarlo en su caminar con Cristo?». Ella puede hacer eso sin ser irrespetuosa con su esposo. O también puede preguntarle a su esposo: «¿Considerarías acercarte a alguien para ser discipulado y animado en el Señor?».

La esposa puede pedirle que lea la Biblia con ella y que ore con y por ella. Ella debe darle a su esposo espacio para crecer en el papel de liderazgo y dejar de tomar la iniciativa. También puede pedirle que dirija devocionales con los niños. Incluso si él no lo hace de la manera en que ella lo habría hecho, en lugar de socavarlo y señalar todas las formas en que podría haberlo hecho mejor, ella debería animarlo primero. La esposa debe darle a su esposo tiempo y espacio, con oración, para que crezca en el papel de líder.