Cómo Deben Lidiar Los Cristianos Con La DepresiónSample
Reconocer la depresión
El mayor error que cometen los creyentes es sentir vergüenza y ocultar su depresión. A veces, creemos la mentira que, como creyentes en Cristo, nunca podemos sentirnos desilusionados, decepcionados o infelices. Tal pensamiento hace que los cristianos oculten sus sentimientos negativos a su familia, su iglesia e incluso a Dios. Sin embargo, la oscuridad es donde el pecado moral y el mal triunfan. La luz vence a la oscuridad. El pecado o los sentimientos negativos pueden ser vencidos por la luz de Dios.
La primera manera de vencer la desilusión, la decepción o la depresión es sacando a la luz estas emociones. En otras palabras, necesitamos ser honestos con nosotros mismos acerca de nuestros sentimientos. También debemos ser honestos con Dios al respecto. Él no se disgusta con nosotros cuando estamos decepcionados o desilusionados. El diablo nos miente diciéndonos que ocultemos nuestros sentimientos negativos en la vergüenza. Sin embargo, deberíamos contarlos a alguien.
Satanás merodea como un león rugiente, buscando a quién devorar. Satanás es un jugador desagradable; las Escrituras nos recuerdan que seamos conscientes de sus estrategias. Él nos golpea cuando estamos deprimidos, solos y aislados. Cuando ocultamos nuestra depresión en la vergüenza, el diablo viene y da el golpe final. Esta es la razón por la que viene lo peor cuando manejamos nuestras luchas emocionales solos. Necesitamos reconocer cuando estamos deprimidos, aceptar este estado de ánimo como parte de nuestra condición humana y buscar ayuda.
No te avergüences de sentirte decepcionado o deprimido. No sientas temor de confesar que estás experimentando estas emociones. Ve a Dios en oración y dile cómo te sientes. Además, comenta la situación a tu familia o a tus amigos de confianza. No te avergüences de pedir oración y pedir ayuda. La Escritura nos dice que pidamos y recibiremos. Podemos ser honestos con los demás acerca de nuestras necesidades, incluidas las emocionales.
Por lo tanto, no te aísles. No dudes en levantar el teléfono y llamar a un amigo cristiano. Dile: «¿Sabes qué? Hoy estoy desanimado». Está bien no estar bien. No tengas miedo de admitir esto a los que están a tu alrededor. No te avergüences tampoco de usar la palabra depresión. Si estás deprimido, dile a alguien al respecto. Sé transparente. Este tipo de transparencia permite que otros te ayuden y hablen a tu vida la verdad de Dios.
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En su vida cotidiana, cualquier cristiano lucha con el desánimo, la desilusión e incluso la depresión. Lamentablemente, algunos creyentes tienen miedo de compartir con otros sobre tales batallas emocionales. Este devocional explica cómo los héroes bíblicos manejaron los tiempos de agitación emocional que atravesaron. También les dice a los creyentes cómo superar sus luchas internas con la ayuda de la Palabra de Dios y su familia espiritual.
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