Jesús VeSample
Mientras que Jesús estaba en paz teniendo comunión con su Padre Celestial «la barca [de los apóstoles], distando ya muchos estadios de la costa, era zarandeada por las olas, porque el viento le era contrario» (Mt. 14:24). Un estadio equivale a 180 metros de distancia. Por lo tanto, leyendo que estaban a muchos estadios de la costa podemos llegar a la conclusión de que habían avanzado muchos kilómetros; el mar de Galilea tiene 21 kilómetros de largo; supongamos que los apóstoles iban a la mitad del camino.
En muchas ocasiones, tomamos a los apóstoles como ejemplos de cosas que no debemos de imitar, pero verdaderamente somos peores que ellos: tenemos mayor conocimiento que ellos y aún somos rebeldes en someternos al Señorío de nuestro Salvador. En este caso, podemos observar que los apóstoles tenían el viento contrario. ¿Qué significa esto? Que ellos estaban luchando en contra de la tempestad; no seguían la corriente; no retrocedieron. Los apóstoles tenían un solo pensamiento que latía con una débil, pero hermosa fe: "Nuestro Señor nos ordenó que crucemos este mar y lo haremos cueste lo que cueste".
Todos tenemos vientos y olas que nos zarandean y frenan en nuestro peregrinaje de fe, pero, al igual que los apóstoles, debemos de tener presente las palabras de nuestro Señor: «He aquí Yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin de los siglos» (Mt. 28:20). Pablo nos dice: «Ya no seamos niños fluctuantes, zarandeados por las olas, llevados a la deriva por todo viento de doctrina» (Ef. 4:14). Al ser hijos del Dios y hermanos menores de Jesús, los zarandeos que nos provocan el mundo, la carne y el diablo no son más fuertes que la justicia imputada sobre nuestra alma por medio de la fe.
About this Plan
Muchas veces profesamos que Dios ve todo. Sin embargo, ¿cuál es nuestra reacción cuando llegan las pruebas? En este breve Plan Bíblico, vamos a navegar con los apóstoles y ponernos en sus zapatos para aprender lo que significa el hermoso mensaje de que Jesús verdaderamente ve.
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