Discernimiento CristianoSample

Un pobre consejero

Debido a la condición espiritual del mundo fuera de Cristo, un pastor puede ser un pobre consejero para la iglesia cuando se trata de establecer la agenda de la iglesia. Y debido a que Dios hizo a los seres humanos a su imagen, incluso las personas sin Cristo pueden reconocer ciertas cosas sobre lo que está bien y lo que está mal.

La gente no tiene acceso real, fuera de Cristo, a respuestas piadosas. Casi siempre, la forma en que evalúan una situación y resuelven los problemas carece de la perspectiva y la sabiduría de Dios. Es sólo en Cristo que recibimos la perspectiva y experimentamos la sabiduría de Dios.

Efesios 4:17-18 describe nuestras vidas antes de que el Señor nos salvara y donde la mayoría de la humanidad está ahora mismo: «Esto digo, pues, y afirmo juntamente con el Señor: que ustedes ya no anden así como andan también los gentiles, en la vanidad de su mente. Ellos tienen entenebrecido su entendimiento, están excluidos de la vida de Dios por causa de la ignorancia que hay en ellos, por la dureza de su corazón».

Piensa en la acumulación de términos: sus pensamientos se describen como fútiles, vanos, equivocados y vacíos. Están oscurecidos en su entendimiento y alejados de Dios a causa de su ignorancia.

Hay un contraste considerable entre lo que tenemos ahora en Jesús y lo que teníamos antes de estar en él, donde está ahora la mayor parte del mundo. Las tinieblas, la ignorancia, la futilidad, la dureza de corazón caracterizan al mundo; ¿por qué la iglesia adoptaría un consejero así? ¿Por qué querríamos caminar en la forma de pensar que conocíamos, que resultó ser inútil, antes de conocer a Cristo?

Digo que la iglesia está equivocada cuando empezamos a hablar como el mundo habla, a pensar como el mundo piensa, o a abordar los problemas como el mundo lo hace, porque entonces estamos operando en la sabiduría equivocada. Tenemos un problema cuando la iglesia está dispuesta a reevaluar lo que ha creído durante mucho tiempo en respuesta a la conciencia social y la indignación moral del mundo, el mundo que ha demostrado que no tiene conciencia ni respeto por lo que es verdaderamente moral de acuerdo con las Escrituras.