Las diferentes palabras que recibimos por parte de Dios.

A veces la instrucción de Dios para nuestras vidas no va acorde a lo que queremos o lo que deseamos, incluso puede ser algo pesado, amargo, incomprensible y dudamos de que sea Dios que nos haya instruido esa palabra. Pero hoy, a través de la Biblia, veremos las diferentes formas en cómo Dios nos instrucciona, ¿Estas lista/o para este nuevo día?

Iniciemos…

Para mi la Biblia no es un libro más, es un manual que Dios nos dejó para que nos podamos guiar y nos sirve para toda la vida, incluso hay un pasaje que llama mucho mi atencion y es el siguiente:

2 Timoteo 3:16-17 (TLA)

Todo lo que está escrito en la Biblia es el mensaje de Dios, y es útil para enseñar a la gente, para ayudarla y corregirla, y para mostrarle cómo debe vivir. De ese modo, los servidores de Dios estarán completamente entrenados y preparados para hacer el bien.

Todo lo que quiero explicarte en este día se fundamenta en lo que dice mi manual.

Como te mencionaba al principio, no siempre la palabra que Dios te da será de tu agrado o de tu comprensión. Sin embargo, cuando una palabra viene por parte de Dios hay un propósito y una función que Dios requiere de ti. Veamos algunos ejemplos:

Para las siguientes personas resultó difícil la palabra que recibieron por parte de Dios.

Jonás:

• Situación: Dios le ordenó a Jonás que fuera a Nínive para predicar contra su maldad.
• Reacción: Jonás no quiso ir porque no quería que los ninivitas se arrepintieran y fueran perdonados. Intentó huir a Tarsis, pero finalmente fue llevado a Nínive después de ser tragado por un gran pez (Jonás 1-4).

Moisés:

• Situación: Dios llamó a Moisés desde la zarza ardiente y le ordenó que fuera a Egipto para liberar a los israelitas de la esclavitud.
• Reacción: Moisés dudó de su capacidad y se mostró reacio, diciendo que no era elocuente y pidiendo a Dios que enviara a otra persona (Éxodo 3:1-4:17).

· Jeremías:

• Situación: Dios llamó a Jeremías para que fuera profeta a las naciones y advirtiera a Judá sobre el juicio venidero.
• Reacción: Jeremías se sintió inadecuado debido a su juventud y expresó su temor de que nadie le escucharía (Jeremías 1:4-8). A lo largo de su ministerio, también experimentó gran angustia y lamentó su misión (Jeremías 20:7-9).

Ezequiel:

• Situación: Dios le dio a Ezequiel la difícil tarea de ser un "centinela" para Israel, anunciando el juicio y la destrucción debido a su infidelidad.
• Reacción: Aunque no se expresa explícitamente su disgusto, la naturaleza de su mensaje y las visiones que recibió, como la de los huesos secos, eran inquietantes y difíciles de asumir (Ezequiel 2:1-3:15).

Elías:

• Situación: Después de su victoria sobre los profetas de Baal, Elías tuvo que enfrentar la ira de la reina Jezabel, quien prometió matarlo.
• Reacción: Elías se sintió desanimado y huyó al desierto, deseando morir debido al agotamiento y la sensación de fracaso (1 Reyes 19:1-4).

Ananías:

• Historia: Dios le ordenó a Ananías que fuera a imponer las manos sobre Saulo (Pablo) para que recuperara la vista.
• Reacción: Ananías dudó y expresó su temor, pues sabía de la reputación de Saulo como perseguidor de cristianos (Hechos 9:10-14).

Si hay algo que se prensenta al momento en que recibimos una palabra por parte de Dios es la duda, la incomodidad, el proceso, la desconfianza y la oposicion. Sin embargo, lo que hace la diferencia es nuestra OBEDIENCIA ante aquel que nos dio la palabra.

Estudia cada una de estas situaciones y reacciones, identifica dentro de lo que Dios te ha mandado a hacer que se complementa más contigo y llévalo a oración pidiéndole dirección a Dios.

Te dejo el siguiente versiculo para memorizar el dia de hoy:

Jeremias 29:11 (TLA)

Mis planes para ustedes solamente yo los sé, y no son para su mal, sino para su bien. Voy a darles un futuro lleno de bienestar.

Oración del día:

Señor gracias por este día, por el estudio de tu Palabra, por hacerme entender que todo lo que me instruyes a hacer no necesariamente sea cómodo o agradable para mí, sin embargo esto no se trata de mi sino de ti. Hazme entender que lo que me instruyes a hacer o lo que me has dicho tiene propósito y que tu voluntad es buena, agradable y perfecta, ayudame para obedecerte sin cuestionarte me agrade o no tus instrucciones porque tu puedes ver aun lo que yo no veo. Gracias Señor por todo. En el nombre de Jesús. Amén.