Triunfando en las PruebasSample

Sufrimiento al seguir los pasos del Salvador

Lectura: 1 Pedro 2:18-25

EOAO: 1 Pedro 2:22-23

Él no cometió pecado ni se halló engaño en su boca. Cuando lo maldecían, no respondía con maldición; cuando padecía, no amenazaba, sino que encomendaba la causa al que juzga justamente.

En el texto

Sufrimiento, una palabra a la que naturalmente nos resistimos y de la que retrocedemos, especialmente cuando el sufrimiento surge de hacer lo que es bueno y correcto. En este pasaje, Pedro descorre suavemente el velo y nos anima a mirar de frente una verdad incómoda: el sufrimiento de Jesús formaba parte del plan divino de Dios.

¿Cómo es posible? ¿Cómo puede soportar un sufrimiento tan profundo Aquel a quien el Padre ama tanto? Puede parecer contradictorio, pero el sufrimiento no indica la ausencia de Dios ni la falta de Su amor. Si alguna vez tienes dudas, fija tus ojos en la cruz. Dios utilizó el sufrimiento de Jesús para forjar nuestra salvación, el propósito último detrás del incomprensible dolor.

Jesús, nuestro ejemplo perfecto, no se resistió ni tomó represalias. Fue calumniado, acusado falsamente, pero no respondió. Podría haber convocado a legiones de ángeles en Su defensa, pero no lo hizo. En cambio, con serena fortaleza y profunda humildad, Jesús se encomendó a Aquel que juzga con justicia: Su Padre amoroso.

¿Y si, como Jesús, pudiéramos confiar en Dios en medio de nuestro sufrimiento? ¿Y si pudiéramos comprender que nuestras temporadas de dolor, aunque nunca deseadas, están en las manos capaces y amorosas de Dios con un propósito mucho mayor del que podemos ver? El libro de Hebreos nos dice que el sufrimiento de Jesús debería reconfortarnos, sabiendo que nuestro Salvador comprende el sufrimiento y se compadece de nosotros (Hebreos 4:15). No estamos solos en nuestro sufrimiento. Jesús puede presentarse ante el Padre en nuestro nombre, y nosotros recibimos consuelo, gracia y fortaleza por medio del Espíritu Santo.

Como seguidores de Cristo, estamos llamados a seguir Sus pasos. Esto significa que, ante el sufrimiento, en lugar de luchar, se nos invita a apoyarnos en el amor inquebrantable de Dios y a rendirnos a Su tiempo perfecto para hacer justicia. Es una llamada a la confianza radical.

Oración

Querido Señor Jesús, en tiempos de sufrimiento, especialmente cuando estoy tratando de hacer el bien, ayúdame a mirarte como mi ejemplo. Concédeme la gracia de confiar profundamente en Ti, sabiendo que ves mi dolor y tienes un propósito que va más allá de mi comprensión. Ayúdame a descansar en Tus manos justas y amorosas. Amén.