Cómo Organizar Mis Devocionales DiariosSample

Aplicando la Palabra de Dios diariamente

Cuando leemos la Palabra de Dios, necesitamos meditar en ella. Necesitamos pensar los pensamientos de Dios que Él nos dejó en la Biblia, su carta de amor a la humanidad. Pero esto no termina allí. Una vez que desarrollamos la disciplina de meditar en la Palabra de Dios, comenzamos a usarla. Mientras pensamos los pensamientos de Dios, comenzamos a obedecer sus verdades y aplicarlas a nuestra vida diaria.

El Nuevo Testamento dice que la forma de desarrollar discernimiento es «usándolo». En otras palabras, tomamos la Palabra de Dios y la aplicamos a todas las áreas de nuestras vidas. Primero, aplicamos los principios de Dios a nuestros pensamientos, luego a nuestras decisiones, nuestras actitudes y nuestras acciones. Cuando aplicamos las Escrituras a nuestras vidas constantemente, nuestra visión del mundo cambia por completo. Meditar en la Palabra de Dios nos lleva a aplicar la Palabra de Dios. Obedecemos la Biblia en todo lo que hacemos.

El Antiguo Testamento nos dice que nos transformamos en lo que pensamos. El Nuevo Testamento confirma este principio diciendo que somos transformados a la imagen de Cristo a través de la renovación de nuestras mentes. Esto se logra leyendo la Palabra de Dios, meditando en sus principios, y luego aplicándolos a nuestras vidas. Cuando seguimos estos pasos diariamente, logramos lo que Dios quiso que logremos con las Escrituras. No solo logramos una familiarización intelectual con la Biblia al leerla durante el año, sino que también logramos aplicar los principios Bíblicos de manera práctica en nuestras vidas. Es así como alabamos al Dios que nos dejó su Palabra escrita.

Podemos medirnos con las Escrituras. Por ejemplo, cuando la Biblia dice que debemos obedecer a las autoridades, necesitamos aplicar este principio. Salimos de casa hacia el trabajo temprano en la mañana para no tener que apurarnos y llegar tarde, respetando el límite de velocidad para que no nos den una multa por conducir rápido. De igual manera, cuando la Biblia dice que no debemos mentir, no pretendemos estar enfermos con nuestro jefe para que nos dé el día libre si no estamos realmente enfermos. Hablemos con la verdad en todas nuestras relaciones.

Cuando aplicamos las Escrituras a nuestra vida diaria, nos transformamos en las nuevas criaturas que Dios nos creó para ser, a través de la redención de Su Hijo Jesús. Nos transformamos en oidores y hacedores de la Palabra de Dios. De esta manera somos ejemplos de Cristo para nuestras familias, amigos y el resto del mundo.