Cómo Superar Los Pensamientos SuicidasSample
Dios te ve
No sé por lo que estás pasando, pero honro tus sentimientos y tu dolor. Y Dios también. Él no está esperando a que lo superes solo. No está distante, desentendido o decepcionado contigo. Quiere consolarte.
Una vez, Elías se sintió tan desesperado que pidió a Dios que le quitara la vida (1 Reyes 19:4). Dios le escuchó. No le dijo que solo lo superara o que tuviera más fe. En lugar de eso, hizo que Elías descansara. Envió a un ángel con agua y alimentos para proporcionarle sustento. Dios vio a Elías, supo lo que necesitaba y cuidó de él en aquel momento oscuro.
En mi vida, el nivel de depresión y desesperación que sentía a veces era tan doloroso que parecía como si mi mejor amigo hubiera muerto, como si mi novia hubiera roto conmigo, como si mi casa se hubiera quemado con todo lo que tenía y hubiera perdido mi trabajo, todo en un solo día. Me perseguían pensamientos suicidas. Perdí el interés por las actividades cotidianas, sentía poca o ninguna felicidad o paz, y realmente creía que las cosas nunca mejorarían. A veces, experimentamos ese nivel de desesperanza debido a las formas en que hemos sido intimidados, rechazados o maltratados. Otras veces, experimentamos desesperación cuando nuestras circunstancias nos parecen insoportables.
En cada época dolorosa, Dios me vio. Me dio amigos y mentores que me infundieron vida y esperanza. Encontraba los versículos bíblicos y las canciones que me recordaban que Él tenía un plan para mí y se preocupaba por mí. Su presencia era tangible y sentí su amor y su consuelo. En esos momentos era importante reconocer mis sentimientos, apoyarme en Dios y caminar junto a las personas en las que confiaba. Tuve que luchar mucho para creer que Dios me vería a través de mi sufrimiento y que la oscuridad se disiparía. Me ayudó recordar momentos en los que Dios me había visto superar situaciones aparentemente imposibles. Recordaba a diario que Dios seguía teniendo un buen plan para mi futuro y que me amaba profundamente. Recordar estas cosas me daba un respiro de esperanza.
Así pues, permíteme recordarte que hoy Dios te ve y se preocupa por ti. Eres un regalo para este mundo. Estás hecho a Su imagen y eres infinitamente valioso. Te hizo a propósito y para un gran propósito. Nadie se ha parecido, se parece ni se parecerá nunca a ti, ni amará como tú, ni actuará como tú, ni será como tú. Efesios 2:10 dice que eres «la obra maestra de Dios» y que has sido creado para las buenas obras que Él ya ha planeado.
Si estás pensando en rendirte, por favor, quédate. Quédate porque hay consuelo por delante, paz y sanidad. Quédate porque existe ayuda real y respuestas a tu dolor. Quédate porque necesitamos tu amor, tus dones y tu presencia. Quédate porque eres insustituible. Eres la única persona que puede hacer aquello para lo que fuiste creado. Quédate porque esta vida no es todo lo que hay. Por muy oscura que sea, nuestro dolor es temporal, Jesús va a volver y un día arreglará todas las cosas.
Dios, dame esperanza.
Scripture
About this Plan
Si luchas contra la depresión, el dolor emocional o los pensamientos suicidas, debes saber que hay esperanza. Puedes sanar y superar lo que estás afrontando. Tanto si tu dolor se debe a experiencias pasadas como a circunstancias actuales, Dios puede ayudarte. Este plan devocional de tres días te ofrece ánimo para iniciar tu camino hacia la sanidad.
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