"La mujer fue creada de una costilla, un hueso muy cercano al corazón".

La expresión“ayuda idónea”, la hemos malinterpretado la mayoría de las culturas de la tierra. Son muy pocos los lugares donde, culturalmente, se le da a la mujer el valor real que Dios le dio.

Dios tomó un hueso de Adán, muy cercano al corazón, para crear a la mujer por medio de él. Nos hemos acostumbrado a llamarla ayuda, que, aunque sea idónea, no le da el verdadero valor que Dios quiso darle.

La expresión en hebreo: “Ezer Négued”, no tiene la connotación de ayuda como un mero asistente, más bien, pretende hacer de la mujer, la otra parte necesaria de la creación con la misma importancia que el varón.

Al unirse un hombre y una mujer en matrimonio, reciben la bendición de Dios, y Él ya no ve distinción entre los dos, sino que los ve como una sola carne.

Es tiempo de volver a nuestro origen. Demos gracias a Dios los que ya estamos dentro del matrimonio, y los que todavía no, busquen honrar a Dios al unirse a la persona que, seguramente, Dios ya ha preparado para pasar el resto de su vida juntos.

Este devocional fue inspirado en el tema musical, "Indisoluble", de Juan Santoy. Escúchalo aquí: https://smarturl.it/Indisoluble