Sí Y AménSample

Procrastinación Religiosa

Ahora mismo que estoy escribiendo este devocional estamos viajando hacia otra ciudad para predicar en un congreso de jóvenes. Y tengo muchas ganas de jugar Nintendo Mario Kart. Así es, confieso públicamente que me encanta jugar Mario Kart y que a veces quiero jugarlo justo cuando tengo que trabajar. ¿Cuántas veces has postergado hacer algo importante por hacer otra cosa de menor importancia?

Quizá Dios te ha hablado de ser líder de un grupo pequeño en tu iglesia, o de leer la Biblia con mayor disciplina, o de invertir más tiempo en tu matrimonio, o de cortar con algunas amistades tóxicas, o de arreglar alguna habitación en tu casa o de ordenar tu situación fiscal. Pero encontramos razones para postergar nuestro Sí y Amén. Se llama procrastinación religiosa.

Pero, ¿por qué Dios quiere obediencia rápida? En 2 Corintios 6:2 leemos que Dios nos escucha en el momento oportuno y nos ayuda en el día de salvación, y luego dice: “Hoy es el día de salvación, y este es el momento oportuno”. Lo que este versículo nos enseña es que Dios quiere obediencia pronta porque quiere ayudarte prontamente. Hace varios años el Espíritu Santo me estaba hablando de que quería estirar mi fe en el área de nuestra generosidad. Me mostró el principio de las primicias como una ofrenda extravagante y de fe al inicio del año. Yo no quería. Siempre tenía una excusa. Yo decía: “ya doy diezmos y ofrendas, es suficiente generosidad.” Lo postergué por años.

Cuando por fin nos animamos con Kelly a obedecer al Espíritu Santo en esta área y a dar a Dios nuestras primicias, empezamos a experimentar un favor y provisión sobrenatural. Precisamente el año en que comenzamos a practicar primicias Dios comenzó a abrirnos puertas y a darnos oportunidades que nunca habíamos tenido como familia y como iglesia.

Hoy en día nuestros hijos también practican las primicias (sin que les obliguemos) porque han visto los resultados de la fe de sus padres. Si pudiera regresar el tiempo, empezaría antes. Hace poco predicamos en una conferencia en otro país y una pareja nos estaba ayudando con los traslados. Después de la conferencia en camino al aeropuerto el Espíritu Santo me pidió que les dijera la palabra: “establézcanse”. Yo no quería hacerlo por temor a equivocarme y hacer el ridículo pero Dios me insistió. En cuanto se los dije los dos se conmovieron hasta las lágrimas y me agradecieron profundamente porque era algo que justo estaban discutiendo. Tu obediencia activa la ayuda de Dios para ti y para las personas que te rodean.

En Hechos vemos que cuando Jesús se encuentra con Saulo, el que perseguía a cristianos (que después fue el apóstol Pablo), le dice: ahora entra en la ciudad y ahí se te dirá qué hacer. Saulo tuvo que entrar primero a la ciudad para recibir la siguiente instrucción de Dios. Primero hubo obediencia, y después las respuestas. ¿Has considerado que la respuesta que necesitas la vas a recibir después de obedecer lo que Dios ya te ha pedido? ¿Puedes identificar la procrastinación religiosa en tu vida? Hoy es el día de decir Sí y Amén. SÍ Y AMÉN. Hoy es el día de acabar con la procrastinación religiosa.

Oración:

Padre Celestial, gracias por tu amor y tu paciencia para conmigo. No quiero seguir postergando mi obediencia. Confieso y rechazo la procrastinación religiosa en mi vida. Hoy me humillo a tus tiempos, tus maneras y tus principios. No quiero vivir un día más sin tu ayuda.

Hoy digo Sí y Amén. SÍ Y AMÉN. Sé que no seré perfecto, pero con tu gracia seré cada vez más rápido para obedecer tus instrucciones y recibiré la ayuda que me quieres dar. Tú eres el Pastor de mi alma y hoy me dejo guiar por tu amor y sabiduría. Amén.