Toda la vida por la Palabra de Dios

Jesús afirmó que el hombre no solo vivirá de pan, sino que también viviría por toda palabra de Dios.

Esta es una afirmación poderosa, que cada hijo/a de Dios debería atesorar para sí. Esta afirmación nos llena de seguridad, nos llena de fe, de esperanza, de confianza en el futuro.

Ahora mismo vienen a mi mente cientos de promesas de parte de Dios para cada área de nuestras vidas, para cada etapa de nuestro desarrollo como seres humanos, para cada necesidad tanto en el ámbito físico como emocional y espiritual que pudiésemos experimentar.

El Apóstol Pedro vivió una noche para el olvido en su trabajo como pescador, sin pescar nada, sin resultados en su labor, una noche llena de amargura y frustración. Pero cuando Jesús direccionó el lugar de la pesca por medio de su palabra, los resultados fueron más que evidentes.

El profeta Elías fue direccionado por Dios a irse a un lugar específico donde sería sustentado por una Palabra de Dios, siendo alimentado por cuervos que le traían carne y pan en la mañana y en la tarde y bebiendo agua de un arroyo. Una vez seco el arroyo por la falta de lluvia, Dios nuevamente guiaría sus pasos hacia un nuevo lugar de sustento y una nueva misión.

Israel fue sustentado en el desierto por Dios de una manera asombrosa, sus vestidos y calzado aguantaron 40 años en el desierto sin romperse, envejecer, ni pasar de moda, (cuánto deberían aprender algunas marcas de ropa y calzado, ja).

Oración:

Allí donde te encuentres en este momento te invito a que tomes un momento y repitas esta oración en voz alta conmigo:

Padre, muchas gracias por tu gran amor hacia mí, gracias porque en ti puedo descansar sabiendo que tienes planes de bendición para mi vida, gracias porque tú eres bueno y has prometido estar conmigo todos los días hasta el final de los tiempos. Sin importar quien me abandone, tú no me vas a desamparar, ni me vas a dejar pase lo que pase. Gracias por la salvación, gracias por tu perdón, gracias por tu Hijo Jesús, que dio su vida para yo poder disfrutar de la vida eterna, gracias por tu Espíritu Santo que me guía, me aconseja y me enseña el camino por donde debo andar. Muchas gracias, Señor. En el nombre de Jesús, amén.