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Santo y Mundano

En los versículos de hoy analizaremos la relación entre santidad y mundanidad. La santidad es un concepto extraño para nosotros. Dios es santo y santifica algunas cosas para que le pertenezcan y sirvan a sus propósitos. Estas cosas están separadas de las demás. Dios santificó algunos días, algunos lugares y nos llama a ser santos. Sin embargo, la Biblia dice que Jesús, el hijo de Dios, bajó a la Tierra para comer y beber con los pecadores, para ser despreciado y condenado. Su misión parecía no estar en armonía con su naturaleza. Cuando subió a los cielos, nos dejó esta tarea:

"Por tanto, vayan y hagan discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles a obedecer todo lo que les he mandado a ustedes. Y les aseguro que estaré con ustedes siempre, hasta el fin del mundo".

Pidamos a Dios que nos guíe en cómo cumplir esta misión, ya sea separándonos o mezclándonos con el mundo.