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Concentrarte

Una cosa más que tenemos que tener en cuenta para cambiar nuestra mente es concentrarnos en nuestros pensamientos. Dios nos dijo que podemos hacerlo. La Palabra del Señor tiene fuerza para cambiar nuestra mente. Apaguemos el ruido de nuestra mente para que Dios nos dé paz.

Cuando nuestros pensamientos quieran razonar por sí solos, confía en el Señor. Dile a tu mente que confíe en el Señor, ten fe simplemente. No es por nuestro propio entendimiento; el Señor obra de maneras que no comprendemos. Muchas veces sucede que nuestra mente quiere razonar las obras del Señor, pero la Palabra de Dios no se razona, se hace.

¿Queremos la mente de Cristo, una mente afilada, concentrada, que sabe qué hacer? Si quieres, la puedes tener; podemos pensar como Cristo. Que Dios nos ayude a interesarnos en lo que verdaderamente necesita nuestra atención. ¡El Creador está de nuestro lado y quiere darnos esta mente; solo hay que pedírsela!

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