Navidad: Dios Con NosotrosSample
La importancia del dialogo interno
Escrito Por Deb Marsalisi
“Estaba también allí Ana, profetisa, hija de Phanuel, de la tribu de Aser, de edad muy avanzada, pues había vivido con su marido siete años desde su virginidad, y era viuda hacía ochenta y cuatro años; y no se apartaba del templo, sirviendo de noche y de día con ayunos y oraciones. Esta, presentándose en la misma hora, daba gracias a Dios, y hablaba del niño a todos los que esperaban la redención en Jerusalén.”—Lucas 2:36–38 (Reina Valera 1960)
Imagínate si toda tu vida tuviera que resumirse en tres frases. ¿Qué diría? Todo lo que sabemos de Ana se encuentra en estos tres versículos. Leemos acerca de una vida de devoción, tremenda esperanza y fe inquebrantable. Tratemos de descubrir todo lo que más podamos sobre esta extraordinaria mujer.
Ana era una profetisa.
El nombre de Ana significa "Dios es misericordioso". Es hija de Fanuel, cuyo nombre significa "el rostro de Dios". Su nombre es un presagio poético, ya que Ana fue una de las primeras en reconocer el rostro de Dios. Ella también es de la tribu de Aser, y Aser significa feliz (Génesis 30:13). El Midrash (el comentario del judaísmo sobre la Torá) afirma que las hijas de Aser eran las más hermosas, destinadas a casarse con reyes o sacerdotes. Nos convertimos en la novia de Cristo, quien es a la vez nuestro Rey y Sacerdote (Apocalipsis 19:16; Hebreos 4:14). Ana conoce a su Rey y Sacerdote después de más de 80 años de espera. ¡Aleluya!
Había quedado viuda hacia ochenta y cuatro años, y no se apartaba del templo, sino que servía a Dios con ayunos y oraciones noche y día.
Esto resume toda una vida de devoción de Ana. Analicemos esto un poco. Si Ana se hubiera casado a los 15 años (lo cual era común durante este tiempo) y su esposo hubiera muerto siete años después, ella se habría quedado viuda a los 22 años. Durante los siguientes 84 años, no se apartó del templo. Por lo tanto, ella habría tenido 106 años cuando conoció a su Salvador cara a cara.
Envejecer en el mundo moderno tiene muchos desafíos. Imagínate tener 106 años en el mundo antiguo con las cargas adicionales de la viudez: solo la mano de Dios podía sostener a alguien durante tanto tiempo. Ser viuda en aquellos días probablemente esté más allá de lo que podamos imaginar. Completamente vulnerables y totalmente dependientes de los demás, sin derecho a trabajar, las viudas llevaban consigo la presión de la provisión en todo momento. La vida de Ana fue difícil de soportar. Con la muerte viene el dolor, pero incluso en su dolor vio a Dios como misericordioso. Nunca dejó que su dolor interfiriera con su compromiso de amar y servir a Dios. Ella ayunó y oró constantemente por más tiempo del que muchos de los que leemos esto hemos estado vivos.
¿Qué tienes que decirte a ti mismo para tener ese tipo de dedicación? Nuestro diálogo interior es importante. Me imagino que su diálogo interno día tras día, año tras año, mientras subía su cuerpo anciano por los escalones del templo, era algo así: "La redención viene a Israel porque conozco tu bondad, Señor. Todas Tus promesas son sí y amén".
Nuestra percepción acerca de Dios y nuestras circunstancias tiene un profundo impacto en nuestra resistencia espiritual. Cuando nos enfocamos en el poder, la fuerza, la majestad y el carácter de Dios en lugar de enfocarnos en nuestras circunstancias, podemos soportar cualquier cosa. El creer en Dios como cumplidor de promesas convirtió a Ana en un pilar de fe inquebrantable.
Dio gracias al Señor y habló de Él a todos los que esperaban la redención en Jerusalén.
Ana, con un estilo evangelístico, comparte las buenas nuevas de la llegada del Mesías con todos los que quieran escuchar. Ella es testigo del cumplimiento de la promesa de la tan esperada salvación. Dios le concede el mayor de los honores. Ella contempla con sus propios ojos al Mesías viviente. ¡Qué bendición y qué regalo!
Cuando la esperanza burbujea y se desborda en tu corazón, no puedes evitar compartirla con todo el mundo. Estos tres versículos validan el nombre de Ana, y confirman que Dios es realmente misericordioso.
Pausa: ¿Tu vida interior refleja la bondad de Dios, incluso cuando la vida se pone difícil? La ansiosa expectativa de Ana sobre el rey venidero es inspiradora. ¿Vives en el afán diario? ¿Anhelas ver al Rey?
Practica: Busca versículos que capturen el magnífico carácter de Dios, que realmente hablen a tu corazón. Escribe varias promesas que Dios te ha dado en Su Palabra. Memoriza estos versículos hasta que se conviertan en parte de tu diálogo interior.
Ora: Amado Señor, mi corazón anhela ser tan fiel como el de Ana. Ella pasaba tiempo diario e íntimo contigo. Por favor, perdóname cuando no le dé prioridad al tiempo contigo. Eres hacedor y cumplidor de promesas. Incluso en medio de la pérdida, el dolor o la tristeza, ayúdame a aferrarme a Tus promesas sin importar mis circunstancias. Amén.
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En este devocional de Adviento, veremos la historia de la Navidad, comenzando con Génesis hasta Mateo y Lucas 1 y 2, y exploraremos lo que significa que Jesús es Emanuel: "Dios con nosotros".
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