Fiesta en El DesiertoSample

¿Por qué existen los desiertos?

Hemos escuchado esta palabra muchas veces ¡DESIERTO! y la mayoría de las veces comparamos esta palabra con los procesos que atravesamos en nuestras vidas. Es decir, no tenemos una buena referencia de esta palabra, lógicamente nadie quiere pasar por escasez, enfermedad o momentos dolorosos. Pero acaso no te preguntas: si los desiertos son tan difíciles, ¿por qué Dios permite que pasemos por ellos? Más allá de la explicación simple “Dios me está probando” quiero que te preguntes, ¿por qué Dios usa el desierto como una herramienta indispensable en la vida de sus hijos?

Existe un pasaje en Éxodo 13: 17-18 que llama mi atención, y es que al momento de Dios libertar a Israel de la esclavitud de Egipto, dicen las escrituras que podía llevarlos por el camino más corto directamente a la tierra prometida, pero Dios decide desviarlos y llevarlos por el camino más largo, el camino del desierto. Y es que el propósito de Dios no era libertarlos solo de un lugar (EGIPTO) donde fueron esclavos, sino sacar la esclavitud de sus mentes y corazones, para darles su verdadera identidad. No es lo mismo tener libertad que vivir realmente siendo libres. Es por ello por lo que Dios decide llevarlos al desierto, en ese momento ellos no necesitaban la tierra prometida, ellos necesitaban morir a la esclavitud, morir al pasado, renunciar a lo antes aprendido y encontrarse realmente con el Dios que los llamó.

Tenemos que reconocer que, al llegar a Cristo, Él promete una nueva vida que nace en nosotros a través de su espíritu, e incluso Jesús después de ser bautizado, dicen las escrituras que fue llevado por el Espíritu al desierto. Dios permite estos procesos en nuestras vidas para hacer nacer su carácter, su naturaleza, hacer brotar los dones que ha puesto en nosotros y para que también afiancemos nuestro corazón a la fe y no al miedo ni el temor.

Si lo que has sentido en medio del proceso que estás viviendo es un sentimiento de soledad, miedo, dudas, abandono, pánico, te invito a que puedas reconocer que la presencia de Dios y su perfecto amor esta allí contigo. No importa quién eres, las cosas que has hecho, no importan el pasado o los pecados con que has arrastrado, Dios tiene un propósito contigo en lo que estás viviendo. El día de mañana te cuento cual ha sido nuestro más difícil desierto.