Mujeres De La Biblia - Agar-.Sample
Leemos en Genesis Capitulo16, versiculo 3: “Y Saraí mujer de Abram tomó a Agar su sierva egipcia, al cabo de diez años que había habitado Abram en la tierra de Canaán, y la dio por mujer a Abram su marido”.
Algunos grupos judíos creen que la esterilidad de Saraí se debía a un castigo de parte de Dios hacia Abraham y su esposa Saraí por haber huido a Egipto a cusa del hambre y no haber confiado en la capacidad de Dios para proveerles en semejante situación. Pero, nuestro texto del día nos dice que, ya habían vivido diez años en la tierra prometida, y todavía no lograban tener hijos. Tal vez por esto, Saraí decido tomar parte en al asunto al decirle a Agar que se llegara a su amo.
Lo anterior me lleva a considerar los tiempos de Dios con relación a sus promesas. Gracias a las Escrituras, sabemos que el concepto de los tiempos de Dios, está estrechamente ligado a Su Soberanía. Es decir, que nuestro Dios es el Señor de la historia y que controla los eventos para llevar a cabo sus planes, tal como lo describe ampliamente Daniel Capitulo 2, versiculo 21; y Romanos Capitulo 8:28.
A lo largo de toda la Biblia vemos que Dios hace promesas a su pueblo Israel, a sus hijos adoptivos, es decir a nosotros. A sus siervos, y todos a todos aquellos que Él decide llamar y escoger para sus propósitos. Lo que vale la pena tener presente, es que estas promesas se cumplen y se cumplirán en el tiempo de Dios, de formas o momentos inesperados, o después de largos periodos de espera, como es el caso del nacimiento de Isaac en la vejez de Abraham según Genesis Capitulo 21, del 1 al 3.
No sé tú, pero en lo personal, diez años se siente como mucho tiempo cuando uno está esperando el cumplimiento de una promesa, especialmente si es de Dios. En este punto, logro identificarme en un poco con Saraí. Lo cierto es que, a menudo los tiempos de Dios son usados para poner a prueba nuestra capacidad para ser pacientes, pero, sobre todo, nuestra confianza en Dios y nuestra capacidad para perseverar en la fe, al margen de los tiempos que nos veamos obligados a enfrentar.
Lo cual indica que estamos llamados a no hacer caso del mover cultural o social que nos presiona a tomar decisiones fuera del tiempo de Dios, porque movernos fuera del tiempo del Señor puede llevarnos a perder la confianza en sus promesas. Observa, Jacob, por ejemplo, tuvo que vivir en tierra ajena por veinticinco años porque pensó que debía entre “ayudarle a Dios” para obtener la bendición de su padre al robarle la bendición a su hermano Esaú. Moisés tuvo que cuidar ovejas por cuarenta años en el desierto después de que intentó “ayudarle a Dios” asesinando a un egipcio, porque pensó que la liberación del pueblo del Señor seria a su manera.
Algo, interesante que descubro al meditar en los tiempos de espera de parte de Dios, es que estos los puede utilizar Dios, no solo para preparar nuestro carácter para el cumplimiento de sus promesas. Sino también como parte de Su formación espiritual en nuestro interior; ya que mientras esperamos confiadamente el cumplimiento del tiempo, podemos crecer en sabiduría, y lo más importante, en nuestra relación con Dios. Ejemplo de esto nos lo da nuestro Señor Jesucristo, quien mientras se mantenía en sujeción a sus padres terrenales esperando el cumplimiento del tiempo. Las Escrituras nos dicen que Él crecía en sabiduría, y en estatura y en gracia para con Dios y para con los hombres (Lc.2:52)
¡Medita en esto!
Scripture
About this Plan
El relato de Agar en la Biblia destaca la compleja e intrincada obra de Dios en la historia humana. Muchas veces hemos creído que Agar es un personaje sin importancia en la historia del patriarca Abraham y su esposa Sara, hasta el punto que, tal vez sin proponérnoslo, la desplazamos a un segundo plano. Pero, la realidad es otra, Agar también desempeña un rol importante en el plan divino.
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