¡No Le Temas Al Desierto!Sample
¿Puedo confiar en que Dios me protege?: No es fácil confiar en Dios en momentos de prueba. Pero debemos recordar que, como dice el autor Jerry Bridges en su libro Confiando en Dios aunque la vida duela, “Dios en su amor siempre desea lo mejor para nosotros. En su sabiduría siempre sabe lo que es mejor, y en su soberanía tiene el poder para hacer que eso suceda”.
Podemos confiar en Dios, porque Él cuida permanentemente de nosotros. Dios no nos creó para abandonarnos a nuestra suerte, Él sostiene a Su creación. “Él no permitirá que tropieces; el que te cuida no se dormirá. En efecto, el que cuida a Israel nunca duerme ni se adormece” (Salmos 121:3-4 NTV).
Ya sean creyentes en Jesús o no, todas las personas en el mundo afrontan momentos difíciles. La diferencia es que, al ser hijos de Dios, tenemos la confianza de que nuestra situación está bajo el control de nuestro Padre Celestial quien nos ama profundamente.
¿Puedo confiar en el plan de Dios para mi vida?: “Pues yo sé los planes que tengo para ustedes —dice el Señor—. Son planes para lo bueno y no para lo malo, para darles un futuro y una esperanza” (Jeremías 29:11 NTV).
No siempre vamos a ver las intervenciones de Dios directas, muchas veces Él está trabajando “detrás del escenario”. Dios espera una oportunidad para ser bueno con nosotros, para mostrarnos Su fidelidad en todas nuestras situaciones. Pero solo puede hacerlo con aquellos que confían en Él. Si creo que puedo protegerme a mí mismo/a, no dejaré a Dios actuar en medio de mis problemas.
Cuando somos heridos, levantamos murallas de protección, y es normal; es un intento por evitar sufrir un dolor similar. Pero, así como bloqueamos la entrada de todo lo malo, tampoco dejamos que entre nada bueno; entre eso, la bondad de Dios. Levantar una muralla es creer que podemos protegernos a nosotros mismos, quitar nuestra confianza de Dios y ponerla en mis propios esfuerzos. Sin darnos cuenta, adoptamos una posición de orgullo porque comenzamos a dudar de la soberanía y el amor de Dios y creemos que nosotros sabemos más que Él; pensamos que nuestros planes son mejores.
Dios confrontó mi corazón con la historia de Marta y María cuando muere su hermano Lázaro; puedes leerla completa en Juan 11:1-44. Lo que más destaco de esta historia es que Jesús no es indiferente a mi dolor. Nos sentimos como ambas hermanas cuando Lázaro murió y pensamos: “Si tan solo hubieras estado aquí, esto no habría sucedido”... Pero Jesús tuvo compasión por ellas, Él no fue indiferente a su dolor. Dios quiere acompañarme en mi dolor, quiere enseñarme a vivir malos momentos con Él, quiere pasar conmigo por el desierto y mostrarme que Él tiene la victoria aún sobre la muerte. ¡Tan grande es la soberanía de mi Dios! “Jesús le dijo: «¿No te dije que si crees, verás la gloria de Dios?»” (Juan 11:40 NBLA).
Oración guía: Papá, perdóname porque es difícil creer en aquello que no puedo ver. Te pido que hoy me hagas ver las cosas como tú las ves, creer en ti sin temor alguno; yo quiero creer y ver tu gloria. Gracias Jesús, porque no eres indiferente a mi dolor, gracias porque me acompañas en cada momento difícil, gracias porque estás conmigo en cada situación. Hoy decido confiar en tus planes perfectos, y dispongo mi corazón y mi vida para seguirte. Toma el control. Anhelo tus planes, anhelo tu dirección y anhelo tus tiempos perfectos. Espíritu Santo, acompáñame en mi desierto, porque solo/a no puedo hacerlo. En el nombre de Jesús, amén.
Canción recomendada para hoy: Suelto - Sarai Rivera
El día de mañana hablaremos de una duda que todos nos hemos planteado alguna vez: ¿Por qué Dios permite que sucedan cosas difíciles?
Te bendigo en el nombre de Jesús,
Sabina Mora
Hadassah Sisterhood
About this Plan
Pasar por el desierto es algo que todos los seguidores de Cristo debemos hacer, y en ocasiones, podemos sentirnos derrotados al atravesarlos. En este Plan, te compartiremos herramientas prácticas para atravesar el desierto de forma exitosa de la mano del Señor. ¡Ánimo! Él nunca nos dejará solos.
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