Límpiame

Después de todo lo que ha pasado, donde el Rey David, tras encontrarse con el profeta Natán y ser confrontado, hace esta oración de arrepentimiento:

Salmo 51:10 Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio
y renueva un espíritu fiel dentro de mí.

David se ha dado cuenta de su error y lo imagino totalmente quebrantado, de rodillas llorando, pidiendo perdón a Dios.

¿Cuándo fue la ultima vez que hiciste una oración así?

David comprendió que ya no podía seguir igual, y necesitaba que su corazón fuera purificado. David entendió que no se trataba de un perdón más, sino de un arrepentimiento genuino lleno de pasión por UN CORAZÓN NUEVO.

Esta oración de David, me ayudó a entender lo que necesitaba en mi vida. No solo en un momento puntual, sino cada día poder entregar mi vida al Señor y que haga de mí un odre nuevo.

Cuando en nosotros se forma un corazón nuevo, la actitud que agrada a Dios no es forzada.

Esto es un buen ejemplo de lo que significa relacionarse con Dios. Una continua renovación.

Pídele a Dios un NUEVO CORAZÓN, limpio y que renueve un espíritu fiel dentro de ti.