Cristo, El Arca De Nuestra SalvaciónSample
“Entonces el Señor dijo a Noé: Entra en el arca tú y todos los de tu casa; porque he visto que solo tú eres justo delante de mí en esta generación” (Gn.7:1).
Al igual que con Noé, en nuestro hoy, por toda la tierra, hay cientos de miles de personas justas las cuales Dios quiere que sean salvas. Tenemos como ejemplo a Noé que se salvó por gracia para buenas obras.
Dios invitó a Noé a entrar en el arca, no le dijo que fuera al arca, lo invitó a entrar porque Dios ya estaba en el arca. No es de extrañar que Jesús orando por sus discípulos y por los que habíamos de creer en Él por el testimonio de sus discípulos, enseño que, así como el Padre estaba en Él, el deseo de su corazón era que nosotros también estuviéramos incluidos en Él (Jn.17:21)
Noé no solo necesitaba ser salvo, sino sentirse seguro, y la presencia de Dios en el arca le garantizaba esa seguridad a Noé y a su familia. Para el que cree, Dios está en Cristo y Cristo es el arca de seguridad. Por tanto, nuestra seguridad de salvación fallará cuando Jesús falle y esto nunca sucederá porque nuestra vida está escondida con Cristo en Dios (Col. 3:3).
No me cansaré de enseñar que no es nuestra breve historia en el planeta tierra quien nos presenta a Dios, siempre hemos sido conocidos por Él, el sueño de amor de Dios es que le conozcamos y seamos salvos. El Nuevo Testamento contiene más de 130 escrituras que utilizan las frases en Cristo, en Él y dentro de Él. Entienda esto ¡no hay ninguna posibilidad de perdernos si estamos en Cristo! (2 Cor.5:17).
Cuando Dios puso a Noé en el arca, la Biblia afirma que Dios cerró la puerta. Noé no podía naufragar, el arca estaba sellada, Dios estaba dentro y se aseguró de cerrar bien la puerta. Es muy probable que Noé se resbalara en más de una oportunidad dentro del arca y hasta pudo haberse dado algunos golpes en la cabeza, pero no podía ser expulsado del arca, recuerda, por gracia fue salvo.
Si tienes problemas con la seguridad de tu salvación es porque a lo mejor la estás centrando en ti, en tu comportamiento, en tus obras, en tu carácter y no en Cristo.
La seguridad de salvación de Noé dependía de cuan segura fuera el arca porque Noé estaba adentro. Recuerda, el arca estaba calafateada, sellada y Dios estaba dentro. Noé solo debía confiar, alimentar a los animales y disfrutar el viaje.
Jesús dijo: “Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen, y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano” (Jn.10:27-28).
Es por la gracia admirable de Dios que tenemos un salvador, no por ser buenas personas, hacer lo correcto y dar limosna. Noé fue justificado por fe, cuando entró al arca de la gracia.
Querido amigo, el arca de la gracia salvadora todavía está disponible para ti hoy ¿por qué no entrar y ser salvo?
Scripture
About this Plan
Antes de la era de los Patriarcas vivió Noé, considerado como el último de los superlongevos que habitó la tierra, y el hombre más justo de toda su generación. Aunque Noé era justo, su salvación no fue una recompensa por buen comportamiento. Fue iniciativa de Dios de principio a fin. Noé y el Arca son de alguna manera una ilustración de la salvación que ofrece Dios a nuestra generación.
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