Día a día

No te obsesiones con el resultado, ocúpate en el día a día, haz hoy lo que tienes a la mano para hacer. Muchas personas se ponen metas tan altas que cuando ven su presente en perspectiva con la meta que se plantearon a un futuro lejano, se desaniman y abandonan aquello que debería ser su motivación para avanzar.

No me malinterpretes, debemos soñar en grande porque al Dios que seguimos es un Dios Omnipotente y para quien no hay imposibles. Sin embargo, en esta tarea de ser un reflejo de Jesús puede ser decepcionante encontrarnos luchando con nuestras faltas e imperfecciones.

No obstante, deberíamos traer a la memoria las siguientes palabras del Apóstol Pablo a los filipenses: «Estando persuadidos de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo».

Por lo tanto, centrémonos en caminar constantemente hacia adelante porque Dios va a perfeccionar cada día la obra que está llevando a cabo en tu vida y que Él es quien endereza nuestros pasos al caminar.

Hay un pensamiento que escuché alguna vez y puede ser muy útil para ti en estos momentos. Quiero compartirlo contigo para animarte en este día de lectura: «Cuando no puedas correr, camina, cuando no puedas caminar, usa un bastón, lo importante es no detenerse».

Dios no espera de nosotros la perfección, Dios espera de nosotros fidelidad en la tarea que nos encomendó. Sé diligente en lo poco del hoy porque eso determinará que puedes recibir más de parte de Dios.