El Fruto Del Espíritu Santo.Sample
Mansedumbre
En un mundo donde la fuerza y el poder parecen ser los valores más apreciados, la mansedumbre puede parecer una debilidad. Pero para los cristianos, la mansedumbre es una virtud esencial, ya que es el reflejo del carácter de Cristo en nuestras vidas.
La mansedumbre no es pasividad o falta de acción, sino que es la fuerza de la humildad. Es el poder que viene de reconocer que somos limitados y que necesitamos la ayuda de Dios y de los demás para crecer y avanzar. Es la disposición de poner las necesidades de los demás por encima de las nuestras propias y de tratar a los demás con amor y compasión, incluso cuando no lo merecen.
Como dijo Jesús en su sermón del monte: "Bienaventurados los mansos, porque ellos heredarán la tierra" (Mateo 5:5).
La mansedumbre no solo es una virtud en sí misma, sino que también nos permite recibir las bendiciones que Dios tiene reservadas para nosotros. Nos permite dejar de luchar por nuestra propia gloria y permitir que Dios nos guíe y nos bendiga según su voluntad.
Por tanto, si deseas cultivar la mansedumbre en tu vida, comienza por cultivar la humildad. Reconoce tus propias limitaciones y debilidades, y busca la ayuda de Dios y de los demás para superarlas. Practica la compasión y el amor hacia los demás, incluso cuando te resulte difícil. Y recuerda que la mansedumbre no es debilidad, sino que es la fuerza de la humildad que nos permite reflejar el carácter de Cristo en nuestras vidas.
Scripture
About this Plan
Este plan de lectura trata sobre el Fruto del Espíritu Santo mencionado en Gálatas 5 y cómo sólo puede ser producido en nosotros si es que estamos unidos a Jesús. El estudio también incluye un mensaje final de ánimo para seguir perseverando en la unión con Jesús.
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