La Gran HistoriaSample

Jesús vino y cumplió Su misión, satisfaciendo la justicia divina y abriendo el camino para que podamos acercarnos al Padre. Sin embargo, la historia no termina ahí, Jesús dice: “Yo te he dado a conocer a ellos y seguiré haciéndolo" (Juan 17:26). La misión de Jesús continúa y esta sucede por medio del Espíritu Santo en Su Iglesia.

El libro de Hechos es una joya literaria donde podemos ver la continuidad de la Gran Historia, viendo como el Ministerio de nuestro Señor Jesús sigue vigente obrando en Su pueblo para la redención del Mundo.

En el primer capitulo de Hechos nos dice que Jesús estuvo 40 días después de Su resurrección hablando del Reino de Dios. Finalmente, en Hechos 1:9 dice que Jesús estando en el Monte de los Olivos fue tomado por las nubes y ascendió a los cielos. Pero, hay una clave en los siguientes versículos, dos hombres en vestiduras blancas informan a los discípulos “de la misma manera en que lo vieron irse, volverá”. Así es, Jesús volverá montado sobre las nubes como Daniel 7 lo describe y Sus pies regresarán al mismo monte (Zacarías 14:4) y “El Señor será rey sobre toda la tierra. En aquel día habrá un solo Señor y únicamente su nombre será adorado” (Zac14:9).

Jesús ascendió, el Espíritu Santo nos une a Él y nos invita a colaborar en la comisión de ser “fructíferos y multiplicarse”, de ser “bendecidos para bendecir”, de ser “instrumentos de autoridad bajo autoridad” para la redención de la Tierra. Amado esta es la Gran Historia a la cual el Creador del universo te está invitando a participar. Judíos y Gentiles, hombres y mujeres son invitados a sentarse en la mesa con el Rey y ser llamados Sus amigos (Jn15).

No es solo una comisión o una estrategia que cumplir, sino una vida de intimidad con Él de la cual el Reino de Dios y Su justicia se establece en todos los ámbitos de la tierra con poder y gloria mientras anhelamos con esperanza ese glorioso día en que Jesús vuelva.

Finalmente las Escrituras cierran en el último capitulo con tres menciones de Jesús recordándonos Su promesa y Su fidelidad:“Miren, ¡yo vengo pronto!” (v7); “Miren, yo vengo pronto…” (v12); “¡Sí, yo vengo pronto!” (v20)

Y los corazones de los Santos responden: “¡Amén! ¡Ven, Señor Jesús!” (v20).