Oremos JuntosSample

Oremos juntos

Abba, cuánto te necesito; a veces siento desfallecer, sé que estoy de pie solo por tu fuerza y que si no fuera por tu Espíritu, estaría más que perdido.

¿Qué sería de mí sin tu gracia? Ayúdame a recordar todo lo que has hecho por mí; aquellos momentos de dificultad de los que me liberaste, sobre los que mostraste tu poder y tu gloria. Que en la medida que recuerde la cantidad de milagros que has hecho en mi favor, pueda llenarme de la fe y de la esperanza que me garantiza que todo lo que estoy viviendo en este tiempo, también está destinado a culminar con una gran victoria, en Cristo Jesús.

Confío en que nada de lo que estoy enfrentando carece de propósito, Tú me has mostrado tu favor y te has manifestado de una manera sorprendente; has hecho milagros que me han favorecido y que han hecho más llevadero este tiempo de prueba, confío en que no has terminado conmigo y que me seguirás manifestando tu amor. Confío y es la esperanza a la que me aferro, que cuando este tiempo de prueba finalice; todo va a estar bien, todo será mejor, porque todo será según determines que sea.

Me aferro a tu Paternidad, a tu amor; tu presencia es mi refugio, mi seguridad. Mientras me deleito en proclamar tu grandeza, fortáleceme Padre. Te necesito, has brillar tu Luz sobre mí; fortaléceme en tu paz, dame el consuelo que necesito, sana mis heridas y permíteme levantarme en tu poder para seguir avanzando hacia donde me quieres llevar.

Sin tu presencia, soy nada. ¿A dónde podría ir, si no estás conmigo? sabes que no sé qué hacer, que no sé hacia dónde dirigirme en mis propias fuerzas. Quiero ir hacia donde Tú quieres que vaya y quiero hacer lo que Tú quieres que haga, sé que solo puedo hacerlo bajo el dominio de tu Espíritu. Ayúdame Padre, alinea mi espíritu a tu Espíritu cada día; vivifícame en tu verdad, déjame regocigarme en tu amor inagotable y favorece mi andar en la sobrenaturalidad de tus riquezas. De esta manera podré dar gloria y alabanza a tu nombre, en Cristo Jesús. Amén.

Sigamos perseverando en fe, sigamos hablando con Papá. Escuchemos su voz; demos honra a su nombre, obedeciendo su instrucción.