Discipulado y Todo Nuestro SerSample

Hacia adentro y hacia afuera.

Específico y holístico.

Al observar la identidad, las emociones, las interacciones e incluso las necesidades físicas de Jesús, podemos ver el valor del equilibrio.

A lo largo de este plan de lectura de cuatro partes, hemos derribado algunos de los conceptos erróneos sobre la salud mental que son comunes entre los creyentes.

Hemos explorado el valor de las relaciones honestas y auténticas, la voluntad de autoexaminarse y de invitar a Dios a revelar áreas de crecimiento.

Al mirar el primer pasaje de hoy, es interesante cómo respondió Jesús a la pregunta sobre el mandamiento más importante.

El énfasis está en tu relación con Dios y el desafío de amarlo con todo lo que eres.

Nada se contuvo.

No queda nada encubierto.

Dios te invita hoy y todos los días a amarlo con todo tu corazón, alma, mente y fuerzas, incluso cuando reconoce nuestra tendencia a hacer retroceder las cosas.

Hoy, mientras lees estos versículos, haz una evaluación honesta del grado en que puedes decir que amas a Dios con todo tu corazón, alma, mente y fuerzas. ¿Te encuentras conformándote al mundo, o estás siendo transformado diariamente al permitir que Dios cambie tu forma de pensar, actuar y responder a tus circunstancias?

Tal vez sea la primera vez que leas estos pasajes, o tal vez te resulten familiares. Independientemente de dónde te encuentres, las palabras de Jesús son una excelente manera de evaluar cómo estás madurando como creyente. ¿Estás persiguiéndolo a Él o buscando tus propias formas de sentirte seguro, amado y valioso?

Pero Jesús no se detuvo ahí. La marca de un creyente maduro no es solo su relación con Dios, sino también cómo eso afecta tangiblemente su relación con quienes lo rodean.

Mucho se ha enseñado sobre el significado de "ama a tu prójimo como a ti mismo", pero incluso una primera lectura nos impulsa a medir la fuerza de nuestro amor a Dios al examinar cómo tratamos a nuestro prójimo.

La Biblia es clara: seremos conocidos como discípulos de Jesús por la forma en que amamos a los demás. Viviremos Su voluntad buena, agradable y perfecta cuando elijamos reflejarlo a Él y no a las normas del mundo.

El amor radical, desinteresado y que todo lo abarca por Dios y por los demás, es el sello distintivo de todos los que reclaman el nombre de Dios.

Responde estas preguntas:

• Al mirar la lista (corazón, alma, mente, fuerza), ¿cuál es un área que tienes la oportunidad de fortalecer hoy? ¿Cuál es tu primer paso?
• El amor a Dios y el amor a nuestro prójimo están íntimamente conectados. ¿Cómo puede tu amor por Dios expresarse a tu prójimo hoy? ¿Cómo puede un acto de amor hacia tu prójimo profundizar tu amor por Dios o tu capacidad de amarlo de todo corazón?
• ¿Hay áreas en las que has alineado tus pensamientos con el mundo en lugar de con Dios? ¿Cuáles han sido los resultados?