Booz - El amable caballero

No solemos atribuir amabilidad a quienes están a nuestro cargo. Peor aún, si me atrevo a decirlo, la amabilidad en la sociedad occidental suele ser una característica atribuida a las mujeres y no a los hombres. (En una búsqueda en Google, me costó encontrar una imagen de un hombre participando en un acto de bondad que no fuera romántico o relacionado con su familia). A menudo se considera un signo de debilidad y no de fortaleza. Si alguna vez somos amables, suele ser con personas que conocemos y, a menudo, en nuestro propio beneficio. Pero en esta historia, vemos a Booz (un hombre rico) mostrarse muy amable con Rut, tanto que Noemí se sorprendió cuando Rut volvió a casa.

Rut 2: 19-20 - "¿Dónde has recogido hoy todo este grano?", preguntó Noemí. "¿Dónde has trabajado? Que Yahveh bendiga a quien te ha ayudado". Rut habló a su suegra del hombre en cuyo campo había trabajado. Dijo: "El hombre con el que he trabajado hoy se llama Booz". "¡Que el Señor lo bendiga!", le dijo Noemí a su nuera. "Está mostrando su bondad tanto con nosotras como con tu difunto esposo. Ese hombre es uno de nuestros parientes más cercanos, uno de los redentores de nuestra familia" (NLT).

Leyendo el texto, se podría llegar a la conclusión de que Booz solo fue amable con Rut porque era de la familia, y que había oído hablar de lo que ella había hecho por Noemí y solo estaba correspondiendo a la amabilidad de Rut. Pero, como vimos en la lectura anterior, fue el capataz de Booz el primero que permitió a Rut unirse a los segadores. Esto puede sugerir que el capataz había experimentado él mismo la bondad de Booz y sabía que su patrón no se opondría a extender la bondad a los necesitados.

Rut 2: 6-7 -Y el capataz respondió: "Es la joven de Moab que volvió con Noemí. Me preguntó esta mañana si podía recoger grano detrás de las cosechadoras...." (NLT).

¿Podría ser que la amabilidad de Booz se hubiera contagiado a sus empleados? El reto que nos plantea este pasaje a los líderes cristianos es preguntarnos: ¿Somos amables con los que trabajan con nosotros y para nosotros? ¿Ha contagiado nuestra bondad a los que nos rodean y ha creado una cultura de bondad? ¿Somos amables con los extraños? ¿Puede sentirse nuestra bondad más allá de aquellos con quienes nos encontramos directamente, de la manera en que Noemí sintió la bondad de Booz a través de Rut?

Que el Señor, por medio de Su Espíritu Santo, nos conceda la gracia de ser amables con los que nos rodean.