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Venciendo la ansiedad

Creer que la ansiedad es un pecado o que los cristianos no pueden pasar por esto está lejos de la verdad. La palabra de Dios es la mejor respuesta para enfrentarla.

En varios capítulos del Nuevo y Antiguo Testamento, leemos historias de personas humanas como tú y yo que no eran perfectos y lidiaron con la ansiedad en sus vidas, pero Dios siempre se hizo presente. Como un buen Padre, no pudo dejarlos solos. ¡Él está presente! Pero, hay una jugada que está en nuestra cancha, y es levantar nuestra voz en oración y reconocer que necesitamos Su ayuda. Y, así como leímos en estos días, Él siempre va a responder al llamado de Sus hijos; como lo hizo con Marta, sus discípulos en medio de la tormenta, y también con un niño con miedo a que sus padres se separaran. El respondió a Marta trayendo claridad de lo que era importante, a sus discípulos callando la tempestad y a ese niño trayendo restauración en su hogar. Ahora, Él también lo hará en tu vida.

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